Austria se clasificó para los octavos de final de la Eurocopa 2020 tras vencer por la mínima a Ucrania gracias al gol de Baumgartner, que aprovechó una nueva asistencia de Alaba -ha ‘servido’ tres de los cinco goles de su país en Eurocopas- para clasificar a los suyos. Italia será el rival en la siguiente ronda, mientras que la Ucrania de Shevchenko tendrá que esperar.
Los austriacos salieron a por todas desde el inicio ante una Ucrania algo más relajada que empezó a sufrir en sus carnes la gran presión ejercida por su rival. Las llegadas se multiplicaban para Austria, pero fue el balón parado el juez ejecutor del primer tanto del encuentro. Un gran centro de Alaba, que jugó como lateral zurdo, desde la esquina fue aprovechado por Baumgartner llegando como un tiro al área pequeña y poniendo la planta del pie.
Una diana que se veía venir, pensaría un Shevchenko desesperado en la banda y reclamando más protagonismo de sus ‘jugones’ Malinovskiy y Zinchenko, muy apagados y con dos marchas menos que los defensores rivales. Tampoco hubo rastro de Yarmolenko, líder ucraniano en los anteriores choques y que apenas tuvo un par de jugadas claras para encarar a un Alaba muy sobrio.
En la segunda mitad, cuando todo el mundo -al menos la marea amarilla que poblaba las gradas del Nacional de Bucarest- esperaba una reacción de Ucrania, ocurrió lo mismo que en el primer acto. La inoperancia ofensiva les lastraba, ya que ninguno de los hombres de arriba lograban conectarse al partido.
Buena parte de culpa la tuvo, eso sí, todo el bloque austriaco, que trabajó sin descanso para confirmar una clasificación histórica para las rondas eliminatorias. Los de Shevchenko sólo asustaron con una jugada que casi acaba en gol en propia de Lainer y, al final, con una jugada ‘a lo Juan Palomo’ de Yaremchuk, también ausente durante los 90 minutos. Su disparo llegando al 90, a la desesperada, se marchó largo y confirmó la decepción de su selección, que tendrá que esperar al milagro de pasar con solo tres puntos.