Un gol del delantero argentino cuando tan sólo habían transcurrido 40 segundos desde el pitazo inicial, y los de Nino en propia puerta (27), Phil Foden (72) y de nuevo Álvarez (88) bastaron a los Citizens para añadir el Mundial de Clubes a la Liga de Campeones, la Premier League inglesa, la FA Cup y la Supercopa de Europa, conquistadas este año por el equipo dirigido por Pep Guardiola.
Sin lugar a la sorpresa ni al suspense, y con Julián Álvarez abriendo y sellando el marcador, el Manchester City se coronó este viernes como el mejor equipo del mundo tras vencer al Fluminense (4-0), culminando así un año de ensueño con cinco títulos en sus vitrinas.
Un gol del delantero argentino, también campeón del mundo con la Albiceleste, cuando tan sólo habían transcurrido 40 segundos desde el pitazo inicial, y los de Nino en propia puerta (27), Phil Foden (72) y de nuevo Álvarez (88) bastaron a los Citizens para añadir el Mundial de Clubes a la Liga de Campeones, la Premier League inglesa, la FA Cup y la Supercopa de Europa, conquistadas este año por el equipo dirigido por Pep Guardiola.
Suramérica deberá esperar
Los Citizens retuvieron así el título mundial para el representante europeo en la última edición del torneo en el formato en el que se viene disputando de forma ininterrumpida desde 2005, antes del paso en 2025 a una competición cuatrienal con 32 equipos.
Guardiola, por su parte, apuntó un inédito cuarto título particular en el Mundial de Clubes, con un tercer equipo diferente, después de los logrados con el FC Barcelona (2009 y 2011) y el Bayern de Múnich (2013).
Pero si para el técnico español y para el City se trata de un año histórico, su delantero argentino Julián Álvarez es el único integrante del City que puede presumir además de haber conquistado la Copa del Mundo de Qatar, en diciembre de 2022.
Álvarez, que había sido suplente en la semifinal ante el Urawa Red japonés y que arrastraba una pequeña mala racha de cara a puerta, aprovechó la ausencia del lesionado Erling Haaland para reivindicarse.
Un mal despeje de Marcelo llegó al neerlandés Nathan Aké, cuyo disparo lejano con la zurda se estrelló en el poste, y el argentino de 23 años, atento, se lanzó en plancha para rematar con el pecho y abrir el marcador ante un vencido arquero Fábio.
Fue el gol más rápido de la historia de las finales del Mundial de Clubes.
El conjunto de Fernando Diniz, quizá algo atenazado ante la importancia del partido y la entidad del rival, veía cómo el City le impedía realizar su fútbol y penaba para superar la medular del estadio King Abdullah Sports City, que con 52.000 espectadores en sus gradas, presentó un aspecto más acorde que el ofrecido en los anteriores choques del torneo.
Un disparo lejano de Keno que se fue alto (12) y un cabezazo con mucha intención del colombiano Arias (40) al que respondió con reflejos felinos Ederson, fueron las mejores opciones en el primer acto del ‘Flu’.
El dominio del conjunto inglés se plasmó de nuevo en el minuto 27, cuando el central brasileño Nino desvió hacia su arco un pase raso de Phil Foden, que había encontrado un pasillo hacia el área habilitado por un pase visionario del español Rodri.
Álvarez estelar
Cuatro minutos después llegaría una pausa de refresco ante los 28º y la elevada humedad que envolvía la noche del invierno arábigo. Pero tampoco ese parón sirvió para cambiar la tónica del partido.
Al remate de Arias siguió un disparo envenenado de Grealish al que respondió buen Fábio, que a sus 43 años se convirtió en el futbolista de más edad en participar en una final del Mundialito.
John Kennedy, que ingresó al descanso en lugar de Keno, no fue en esta ocasión el revulsivo que había sido en la final de la Libertadores o en la semifinal ante el Al-Ahly.
El propio Foden, asistido por un centro chut de Álvarez, sellaría el partido (72), antes del doblete de Álvarez (88), de disparo cruzado dentro del área, elevando al cielo a los Sky Blues, y dejando al Fluzao, y por extensión al fútbol suramericano, sin un título que persigue desde que lo ganase Corinthians en 2012. EFE