Wuilker Faríñez, el precoz arquero de Venezuela, se paseó impasible por la zona mixta de la arena Fonte Nova. Acababa de mantener su arco invicto por segundo partido seguido en la Copa América. No se resistió a esbozar una sonrisa cuando un periodista le mencionó que le habían hecho cuatro goles y que ninguno fue válido gracias a la intervención del videoarbitraje (VAR), la herramienta que ha salvado a la Vinotinto en el torneo.
«Ahora el fútbol es más justo», atinó a decir el portero de 21 años.
En tanto, el brasileño Phillippe Coutinho procuró tener buena cara al quedarse sin un gol en el empate 0-0 con Venezuela, reseñó AP.
«Está complicada esa cosa, pero está para dar justicia», comentó Coutinho, quien se vio beneficiado por el VAR en la victoria 3-0 ante Bolivia en la primera fecha cuando se señaló un penal que acabó concretando.
«No me voy a desvivir pensando en eso», dijo.
Esta es la primera edición de la Copa América en la que se emplea el VAR, y hasta ahora ha suscitado alivio para los equipos que se salvan de un gol o provoca entre enfado y resignación para los que se quedan con las ganas de gritarle.
Nadie se ha visto más beneficiado que la selección venezolana. Sus dos partidos en el certamen se han saldado con el 0-0, el primero ante Perú y luego contra los anfitriones brasileños.
Sus rivales incrustaron el balón dos veces en ambos partidos y celebraron, para luego decretarse un despeje del arquero en vez del saque desde el círculo central.
El VAR se había encargado de terciar a favor de Venezuela, siempre por posiciones adelantadas.
«Bienvenido el VAR, que viva el VAR», proclamó su técnico Rafael Dudamel.
Contra Perú, las anotaciones Christofer Gonzales y Jefferson Farfán fueron invalidadas. Los brasileños Coutinho y Gabriel Jesús acabaron frustrados al constatarse que su compañero Roberto Firmino no estaba habilitado cuando remataron a gol.
Además, en el duelo con Perú, la revisión de video confirmó que un remate de Paolo Guerrero no había traspasado la raya al ser repelido por Faríñez.
Los dos empates tienen a Venezuela vivita y coleando en Brasil. Está tercera en el Grupo A con dos puntos, con los locales y peruanos al frente con cuatro unidades.
Los dos primeros lugares de cada uno de los grupos avanzan a los cuartos de final, junto a los dos mejores terceros.
Pero el panorama se le pinta favorable a los venezolanos, dado que en la última fecha se las verán contra Bolivia, claramente el más débil de la llave y que ha perdido sus dos encuentros. Ese duelo será el sábado en Belo Horizonte, mientras que Brasil y Perú chocarán el mismo día y a la misma hora en Sao Paulo.
«Nos hemos visto beneficiados, pero ojo con esa palabra porque suena a favorecer o regalar y es algo delicado», dijo Dudamel. «No es que nos hayan regalado nada. Se hizo justicia y hay que seguir creyendo en los que imparten justicia».
Para su segundo 0-0 del torneo, Venezuela rindió un despliegue descomunal defensivo, en el que hizo acopio de mucho oficio y entrega.
«Hemos hecho un partido casi que perfecto», sostuvo Dudamel. «Rozamos esa perfección ante un rival de altísimos pergaminos individuales y colectivos».
Ahora bien, advirtió que Venezuela no tiene nada asegurado y que sería imprudente fiarse porque Bolivia ha encajado seis goles en dos partidos. «Este resultado (el empate ante Brasil) tendrá un verdadero valor en el próximo partido», afirmó Dudamel. «Si no lo hacemos valer para buscar la clasificación, de nada habrá servido».