Nuggets de Denver vencieron a los Heat de Miami 108-95 en el cuarto juego de la final de la NBA. La serie regresará a Denver 3-1 el Heat contra la pared.
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Aaron Gordon se lleva el galardón al Jugador Más Valioso de la noche con su tremenda actuación de 27 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y 2 robos (11-15 TC; 3-4 3P) en 42 minutos de juego. Estelar abrazando su papel de secundario, su máxima anotación en unos playoffs de la NBA.
Solo un equipo ha remontado un 3-1 en contra en las Finales de la NBA (35-1). Los Cleveland Cavaliers de 2016, con LeBron James y Kyrie Irving. A eso se enfrentan los Miami Heat de Jimmy Butler y Bam Adebayo.
Pese a las faltas y una torcedura en el tobillo, Jokic (23 puntos, 12 rebotes y 4 asistencias) firmó un buen choque en líneas generales. Dominó el partido, peleó con Adebayo y encontró a un Aaron Gordon brillante por encima del aro (27 puntos). Además se unió Bruce Brown, cambiando el choque en un periodo final para el recuerdo (21 puntos en total).
El problema de Miami es que estirar la goma tiene un límite y Denver consiguió aplicar su ritmo después del descanso. Nutriendo a Porter Jr. cerca del aro, Jokic en batalla jugada a jugada con Adebayo, y obligación de pararlo para Spoelstra (55-67, 29′). Un aviso complicado, que se confirmó tras su capacidad de cerrar nueve puntos de Kevin Love (dos triples y un 2+1) con Jokic repartiendo desde el triple y encontrando a Gordon por encima del aro.
Jokic sufre con las faltas
Mejor baloncesto contra corazón. Pero los Heat no mueren, siempre tienen una marcha más. Al último cuarto salieron como acostumbran y se sumaron los acontecimientos: triple de Duncan Robinson, 2+1 de Jimmy Butler y Bam Adebayo sacaba la quinta personal a Jokic. Había partido (86-81, 38′) tras un 7-0 de parcial.
Jokic tuvo que sentarse, pero Denver sacó el alma del que quiere ser campeón. Murray dio desde el triple, Gordon luchó bajo tablero e incluso Jeff Green metió desde fuera para evitar que los Heat cambiasen el marcador (87-94, 41′). Una lucha final para mantener al equipo a flote hasta el regreso de su estrella con cuatro minutos en el luminoso.
Apretaron en defensa. Caldwell-Pope viró su rumbo de la final multiplicándose bajo el aro y Bruce Brown se invitó a la fiesta del ataque. Anotó once consecutivos, entre transiciones y saber sacar personales. Los Nuggets habían vivido ante unos Miami Heat sin ese paso final. Un secundario al poder.
11 puntos seguidos. De todos los colores. Denver había sacado su versión de equipo sin Jokic brutal. Además, Caldwell-Pope puso el broche con un triple. Se había terminado la historia. Un dominio en todos los registros. Los Nuggets asaltaban por completo Miami. 3-1, solo un equipo en la historia consiguió dar la vuelta a ese resultado. Han encargado el anillo.
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