Cristiano Ronaldo sigue destacándose por sus declaraciones fuera del campo de juego, en donde últimamente recibe más silbidos que aplausos. Luego de haber fallado uno de los penales en el encuentro ante la Real Sociedad, nuevas críticas emergieron de las tribunas del Santiago Bernabéu y se hicieron eco en las redes sociales, pero el luso mantiene su postura de ignorar ese tipo de opiniones.
«Hay gente que me odia, que dice que soy arrogante, que soy vanidoso o esto o lo otro. Es parte de mi éxito. Estoy hecho para ser el mejor. Si soy así, si todo lo que he conseguido en el fútbol ha sido por ser así, no se me puede pedir que cambie», afirmó el atacante que cerró 2015 con un promedio de un gol por partido, en diálogo con el diario El Mundo de España.
Sin embargo, la polémica se suscitó cuando comparó las críticas que recibe diariamente con las que recibe nada más ni nada menos que Dios: «No podemos vivir obsesionados con lo que otros piensan de nosotros. Si no, no viviríamos. Ni siquiera Dios agradó a todo el mundo».
Por otra parte, explicó de qué manera logra sobrevivir a la exigencia que conlleva ser uno de los mejores jugadores del planeta: «Sobrellevo mejor la presión por la vida difícil que he tenido. La persona que soy se debe al tiempo que pasé sin mi familia y a los tiempos difíciles: con 11 años debía planchar mi propia ropa. Mi fuerza mental empezó en esos momentos».
Con respecto a su futuro, mientras la prensa insiste en una posible salida del Real Madrid a final de temporada, Ronaldo ya piensa en cómo será una vez que haya finalizado su carrera: «Quiero vivir como un rey. Voy a disfrutar más cuando termine mi carrera, cuando tenga tiempo para hacer lo que me gusta», y aseguró que luego de haber tenido un hijo, cambió su perspectiva del mundo: «Después de haber sido padre, miro la vida de manera diferente».
SN