El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, dijo el viernes en Santiago que la próxima semana en Rio de Janeiro se definirá la sede conjunta de la Copa América-2020, con Argentina y Colombia como candidatas, y aseguró que la final de la Copa Libertadores-2019 será un gran “show”.
Este viernes, el presidente colombiano, Iván Duque, formalizó la aspiración de su país a organizar el torneo, aunque sin mencionar a Argentina.
“Se tomó una decisión que se juegue en dos regiones en la parte norte de Sudamérica y en la sur, serían Colombia y Argentina pero ahora todo eso se tiene que llevar al Consejo que se va a hacer la próxima semana en Rio de Janeiro”, señaló Domínguez.
En Rio “se van a tomar las decisiones finales”, afirmó el dirigente paraguayo a periodistas en la sede del gobierno chileno, La Moneda.
En 2015, Chile tomó el lugar que tenía Brasil y organizó la Copa América de ese año, que le valió el primer título continental a La Roja.
Una corona que revalidó un año después en la Copa América Centenario, celebrada en Estados Unidos con 16 selecciones de Sudamérica y Concacaf en conmemoración de los cien años de la disputa del certamen, que se inició en 1916.
Este año, Brasil organizará el torneo de selecciones más antiguo del mundo entre el 14 de junio y el 7 de julio en cinco ciudades, Rio de Janeiro, Salvador, Porto Alegre, Belo Horizonte y Sao Paulo.
Domínguez mantuvo una reunión “altamente productiva” con el presidente chileno, Sebastián Piñera, en la que dialogaron sobre la final de la Copa Libertadores de América de 2019, que por primera vez se disputará a partido único con el estadio Nacional de Santiago como anfitrión.
También estuvo sobre la mesa la decisión de Chile de sumarse a Argentina, Uruguay y Paraguay para presentar una candidatura conjunta para albergar el Mundial de fútbol de 2030.
“Soñar y creer en grande que eso debe volver después de 100 años a Sudamérica (tras el primer Mundial, en 1930, disputado en Uruguay), con el impulso y la fuerza y prestigio que tienen los cuatro gobiernos juntos, creo que es factible”, agregó el presidente del fútbol sudamericano que celebró que Chile se uniera a la iniciativa.
– Adiós violencia, bienvenido el show –
En noviembre, Santiago pasará a la historia del fútbol de la región como sede de la primera final a partido único de la Copa Libertadores.
El Estadio Nacional cerrará sus puertas 45 días antes de la gran final para acondicionar su campo y sus tribunas de cara al choque.
La Conmebol considerá que este partido es mucho más que un juego, es “un show, un espectáculo que se quiere distribuir al mundo”.
Solo para la realización del espectáculo que acompañará la final, Conmebol planea invertir 1,5 millones de dólares, aseveró el presidente de la entidad.
La edición pasada de la Copa terminó con un espiral de violencia que impidió que el partido de vuelta entre River Plate y Boca Juniors de Argentina se jugara en Buenos Aires, llevando la ‘superfinal’ al lejano Madrid.
La nueva final será “un examen que tenemos que pasarlo entre todos. El fútbol es un deporte que transmite buenos valores y tenemos que demostrarle al mundo y a nosotros mismos que no hay lugar para la violencia”, agregó.
– Facebook, un dilema a resolver –
Fuera del campo, la principal polémica que envuelve a la Copa Libertadores de esta temporada es la transmisión en exclusiva por la red social Facebook de algunos partidos los días jueves.
La dificultad de algunos fanáticos para acceder a esta tecnología y algunos cortes en la conexión han teñido de críticas esta nueva forma de transmitir los duelos.
“A través de Facebook estamos llegando a un universo mayor de gente que antes no accedía a los partidos”, aseguró Domínguez.
Sin embargo, hay que encontrar “una alternativa para que sin afectar los derechos de Facebook también la gente pueda acceder a ver a sus partidos, sus clubes, disputando los partidos a través de otros medios”, concluyó.