Caracas blanqueó a La Guaira y saca ventaja de dos juegos en la punta.
En otros partidos, Magallanes dividió con Margarita y se aleja a 2 juegos y medio. Zulia derroto a Aragua y Lara a Anzoátegui.
“No todos los días van a ser de más de 14 hits en la pizarra. También hay que jugar buena defensa, hay que correr bien las bases y pitchar bien. Evitar darle espacio al otro equipo para que te tome la ventaja”, fueron las primeras impresiones que soltó el mánager José Alguacil después del blanqueo que le propinó su conjunto, Leones del Caracas, 2 a 0 a Tiburones de La Guaira.
Las palabras del mandamás describen a la perfección todo lo que hizo la escuadra capitalina ante los salados, para lograr el duodécimo triunfo de la temporada y mantenerse firme en la primera posición de la tabla de clasificación. Al contrario de la víspera contra el Magallanes, el Caracas no necesitó de un amplio despliegue ofensivo. Les bastó con hacer daño cuando tuvo la oportunidad y luego se encomendó, una vez más, a su cuerpo de lanzadores.
Fue en el segundo inning, cuando Caracas tomó la iniciativa contra el lanzador escualo Anthony Escobar, quien abrió el tramo con base por bolas a Isaías Tejeda y se completó una “ley no escrita” del beisbol: hombre que se embasa abriendo inning por boleto, anota. El dominicano se engomó tras hit a la pradera central de Jhonny Pereda. El hoy bateador designado fue emulado por su compañero Alexander Palma, quien pegó también indiscutible para remolcar hasta el home a Leandro Cedeño, embasado antes por jugada de selección.
El par de anotaciones le brindaron cierto confort al abridor felino J. C. Ramírez, para que este trabajara con tranquilidad después de haber iniciado el compromiso con inconvenientes, producto de un triple de Franklin Barreto.
Para la segunda entrada, el serpentinero nicaragüense atravesó otra turbulencia, luego de haber retirado a los primeros dos contrarios. Sencillo de Carlos Sánchez y doblete del joven Diego Infante, entusiasmaron a gran parte de la afición escuala que se dio cita para aupar a los suyos en su regreso a casa tras casi una semana de gira. Empero, Ramírez sacó su casta para forzar a Junior Sosa a rodarla por el campocorto y finiquitar el ataque guairista.
“Lo que hice fue salir a atacar a los bateadores. Es muy importante tener este tipo de salidas porque te aumenta la confianza. Sé que todos los lineups no están fáciles. Vengo de jugar en México cuatro años, pero el beisbol aquí en Venezuela es de más fuerza, más caribe. Uno tiene que pitchar como si todos fueran cuarto bates. Necesitaba volver a vivir esto en mi carrera y ya estoy llegando a ese punto en el que pueda dominar todos mis pitcheos y revivir todos esos buenos momentos que tuve en mi primera experiencia”, alegó el derecho.
Tras un tercer capítulo sin inconvenientes, que retiró por la vía rápida, el centroamericano volvió a titubear en la alta de la cuarta al permitir un infieldhit de Jesús Guzmán y golpear a Juan Fernández. No obstante, encontró de nueva cuenta el pitcheo necesario para guillotinar a Diego Infante y reprimir las esperanzas litoralenses y así culminar con su labor del día.
“Ya estoy entrando en la rutina normal de un abridor de lanzar cada cinco días. Al comienzo fue un poco rápido todo. Venía un día a un inning, a los dos días abrir y para el tercer juego no me recuperé del todo y al brazo le faltaba un poco de fuerza. Aunque con el día a día y el trabajo que estamos haciendo todo está saliendo mejor”, agregó Ramírez, tras la que ha sido su mejor apertura del año en Venezuela, con todo y que no le alcanzó para embolsillarse la decisión ganadora.
Tiago da Silva copó la escena en el quinto acto. El relevista brasileño entró y pese a recibir un doblete de Sosa como primer paleador al que se midió, recompuso su marcha pronto para sacar el cero con un par de ponches incluidos. También se encargó del sexto y con pocos envíos dominó a los tres que enfrentó, uno de ellos con su tercer abanicado de la jornada sabatina.
El ataque guarista, que había llegado al careo alzado y con tres triunfos al hilo a cuestas, tampoco pudo hacer más nada con los otros tres integrantes del bullpen a los que el piloto Alguacil les cedió protagonismo.
Anthony Castro sigue inexpugnable y se apuntó su quinto salvado en igual número de oportunidades
Ricardo Rodríguez, Miguel Socolovich y Anthony Castro pudieron conservar la pizarra en blanco con tres episodios sin dificultades. Del trío, el único que admitió un imparable fue Rodríguez, porque “Soco” lució efectivo y Castro tan dominante como a lo largo de un torneo, en el que llegó a cinco salvamentos en el mismo número de chances, contabilizando el de hoy frente a la tropa salada.
“Todas las victorias son importantes. Salimos a jugar como era, el plan funcionó. J. C. nos dio lo que estábamos buscando. Como siempre lo he dicho en toda mi carrera como mánager. No estoy pendiente de la tabla, yo sé que, si gano, vamos a estar bien. Es muy temprano para estar viendo posiciones. Nos tenemos que enfocar es en ganar”, esbozó Alguacil, con respecto al éxito conquistado este sábado, que lo mantiene como líder absoluto de la LVBP 2022-2023.
Para La Guaira fue su segunda blanqueada del año, ambas en esta cuarta semana de campeonato, después de haber sido derrotado por similar marcador 2 a 0 por Águilas del Zulia en el encuentro escenificado en Maracaibo el pasado 8 de noviembre. Ahora el equipo dirigido por Henry Blanco ostenta récord de 10-6, en la segunda casilla con medio juego sobre Navegantes del Magallanes.
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