Cinco de cinco para Brasil, que se consolida aún más en el primer puesto de estas Eliminatorias Sudamericanas. Los de Tite sólo tienen los lujos de Neymar, pero no es poco. Todas las trampas de Ecuador no fueron suficientes para detener al ’10’, que fabricó el gol de Richarlison en el 65′ y liquidó el partido con un penalti en el 95′ después de haberlo fallado antes y que pudo repetir gracias al VAR.
El césped de Porto Alegre fue un campo de minas para detener a Brasil, que tiene pocos lujos pero sí el del futbolista del PSG… y eso es mucho decir. Él es el que habla en el campo.
Ney fabricó el primer gol, el que acabó con la resistencia de una selección de Ecuador que plantó cara repartiendo toda la estopa que le permitió el árbitro venezolano. El tanto lo metió Richarlison en el minuto 65, pero pasó porque quiso el de siempre. En el 95′, el ’10’ liquidó el partido con un penalti que había fallado pero que pudo repetir gracias al VAR, con el mismo poder que el brasileño.
Son 14 goles a favor y sólo dos en contra en el mejor inicio de Eliminatorias mundialistas de los últimos 50 años. La ‘Seleçao’ es una selección tan sólida como el fútbol de su estrella, que es la excepción que confirma la regla en un equipo que permite muy poco. Eso mismo lo consiguió Ecuador. Hasta que pudo, hasta que soltaron las liebres.
Gabi de todo menos gol
El resultado engaña, porque a Brasil le costó lo suyo. Se jugó a lo que quiso Ecuador hasta que apareció Neymar, con másvoz que nadie en un campo de fútbol. Resistió el equipo de Gustavo Alfaro con dureza, la que permitió el árbitro, y también con la ayuda de Alexander Domínguez, avispado en un mano a mano con Gabi que tuvo de todo menos gol, y del línea, que invalidó un tanto que sí había marcado.
A Brasil le faltó claridad en una noche fea, pero que alegró al país cuando Neymar apareció en lo que estaba siendo de todo menos una fiesta. El ’10’ surgió en el origen del gol y en el desarrollo. Se escapó de las piernas ecuatorionas y dio el 1-0 a Richarlison, que no perdonó. Quizá pudo hacer más Domínguez, pero hay que ponerse en una portería para entenderlo.
Lo más difícil ya estaba hecho. Para Brasil y también para Ecuador, que demasiado había aguantado al ’10’. La ‘Canarinha’ perdonó en las botas y la cabeza de Gabriel Barbosa, que no firmó como Gabigol. Ya en el minuto 95, el encuentro lo cerró Neymar, claro. El VAR le mandó al punto de los once metros dos veces seguidas. Primero, para decir que hubo penalti de Angelo Preciado a Gabriel Jesus. Segundo, para que repitiese su disparo por gracia de Alexander Domínguez, que había adelantado para detener su primer intento. Y Ney ya no falló. Si él quiere, hay fútbol. La Copa América se jugará si lo hace Neymar Júnior.