El Sevilla dice adiós a sus opciones de sorprender y alcanzar al trío de cabeza en LaLiga, por mucho que el próximo fin de semana haya un doble enfrentamiento entre los cuatro primeros, tras su derrota frente al Athletic en el Sánchez-Pizjuán. Se quedan los andaluces a seis del Atlético a falta de 12 por jugarse. Un imposible. Tenía miedo y respeto Lopetegui al duelo frente al conjunto vasco porque sabía que sin ganarlo no podía pensar en medirse al Real Madrid, ya que sus opciones quedarían prácticamente en cero. Unai Simón fue un muro para los sevillistas y Williams ajustició a los nervionenses, que se caen del tren por el título el día menos esperado. Cuando comenzaban a soñar con ir de verdad a por LaLiga, llegó el resbalón.
El Sevilla tuvo oportunidades de sobra en el primer periodo para ponerse por delante. El de Lopetegui es un equipo que se maneja muy bien con marcador a favor, aunque en ocasiones le cuesta abrir la lata y la ansiedad por conseguirlo acelera su fútbol hasta hacerlo impreciso. Y más con un Athletic que es buen conocedor del estilo del conjunto andaluz. Marcelino colocó una presión alta e intensa, sobre todo en la habitual salida por la banda izquierda. Mucho balón en largo de los locales. La primera fue para Ocampos, en posición dudosa, tras buena jugada de Suso. Remató casi con el talón lanzándose a la hierba. Se fue alto con Unai Simón vencido. Primer aviso casi sin trenzar una buena jugada. El Athletic respondía con Raúl García, en fuera de juego finalmente, que al instante se marcharía lesionado.
Pero fue En-Nesyri quien de verdad tendrá dos ocasiones para darle ventaja a los locales. La primera, con un cabezazo a pase de Acuña desde la izquierda, que obligó al portero rijoblanco a lanzarse casi sobre sus pies con la mano derecha y sacar el testarazo, fortísimo y abajo, aunque centrado. Rakitic tendría una volea por medio que se marchó desviada. La siguiente fue nuevamente con un pase de Acuña. Control y media vuelta dentro del área, con un bosque de piernas, y disparo abajo que sacó Unai en dos tiempos. Dos intervenciones sobresalientes del portero titular con España. Se lamentaba Lopetegui en la banda. Sobre todo en la tercera del marroquí, en un mano a mano que quiso ceder a Suso cuando lo mejor era disparar tras una jugada de fútbol sala de los nervionenses. La presión por conseguir la victoria se palpaba. El Athletic, en el último cuarto de hora del primer tiempo, lanzó varios avisos. Iba con la misma intensidad que los sevillistas. Querían los tres puntos. Pusieron el listón al máximo nivel. Todo por decidir en el segundo periodo.
El Athletic supo cómo jugar
La segunda mitad arrancó con un derechazo del Papu desde el borde del área tras una dejada de tacón de Ocampos. Ya se veía quién necesitaba sí o sí un gol. No se hizo esperar la respuesta del Athletic, con un control y giro de Villalibre en el área, que estuvo cerca de sorprender a Bono. Y en la siguiente jugada llegaría una de las más polémicas y protestadas. Centro de Navas, con Balenziaga muy cerca, que toca la mano del lateral del Athletic. Lopetegui no se cansó de protestarla. Gil Manzano, muy cerca, dijo que nada. El Sevilla necesitaba abrir el partido como fuese. Aunque el paso de los minutos se lo ponía cada vez más crudo. Imprecisiones, menos ritmo en el juego con menos combinaciones ante un rival más encerrado y buscando la contra, jugando con la ansiedad de los perseguidores del trío de cabeza en LaLiga.
Los cambios de Marcelino mejoraron a un Athletic que cada vez salía con más peligro. Los hermanos Williams amenazaban a campo abierto, mientras que Lopetegui colocó toda su pólvora juntando a De Jong y En-Nesyri. El Sevilla volcaba el campo en el último cuarto de hora con centros laterales a sus dos cabeceadores. Todo o nada. La mejor en esos minutos la tuvo Acuña con un disparo con la derecha desde la frontal que volvería a desviar muy atento Unai Simón. Y todavía quedaría la jugada que definiría el encuentro, con un contragolpe bien llevado por Sancet, con Williams definiendo a la perfección delante de Bono. El Athletic aún puede soñar con Europa. El Sevilla se ha caído antes de la Final Four. Justo cuando comenzaba a soñar con el título de Liga.