Jugar con Gales ilusiona más a Gareth Bale que hacerlo con el Real Madrid. Lo dijo el propio futbolista y debe ser verdad porque el futbolista reapareció con la selección sin haber disputado un solo minuto con los blancos desde el 5 de octubre. Pero lo cierto es que las ganas que pone Bale con su país tampoco son para tirar cohetes. Gales ganó en Azeirbayán (0-2) pero apenas requirió de su estrella y capitán para mantener vivo su sueño de estar en la Eurocopa.
El extremo pasó prácticamente inadvertido en Bakú. Bale acusó las cinco semanas sin fútbol de competición y estuvo falto de ritmo y muy poco participativo en los 59 minutos que estuvo con el césped. Tanto que fue el único de los jugadores de ataque que no intervino en los goles.
Gales se adelantó muy pronto cuando Wilson enroscó con la zurda un saque de esquina y el gigante Moore (1,96 metros) se elevó por encima de todos para marcar con un testarazo. Antes del descanso llegó el segundo. El otro extremo, el joven Daniel James (United) enganchó un gran chut y pese a que el balón tocó el larguero y el poste no entró. El rechace lo recogió Wilson de cabeza para anotar a puerta vacía.
Con el partido controlado y los tres puntos en el bolsillo, Ryan Giggs optó por darle descanso a la espera de que Bale siga progresando. Gales necesitará una mejor versión de él el martes contra Hungría en Cardiff en el partido decisivo.