Al Atlético de Madrid le ha entrado el vértigo de aquel que ve tan cerca el sellar su objetivo después de estar tanto tiempo remando para conseguirlo. Los de Diego Pablo Simeone se volvieron a dejar dos puntos (ya son nueve de los últimos 18 en juego) en su visita a Getafe a pesar de jugar con un hombre más desde el minuto 70 tras la expulsión de Allan Romeo Nyom. Las múltiples ocasiones de las que dispuso Moussa Dembélé junto al disparo a la cepa del poste de Luis Suárez y la exhibición de David Soria en la portería local evitaron sumar tres puntos cruciales para alejar los fantasmas de Barça y Real Madrid. Con 63 puntos, los rojiblancos miran por el retrovisor al cuadro blanco, a seis puntos, y al azulgrana, a siete que se podrían quedar en cuatro si logran superar al Huesca en la noche del lunes.
El Atlético de Madrid saltó al césped del Coliseum Alfonso Pérez en tromba. Con unos diez minutos que sirvieron de espejismo antes de enseñar la cruda realidad que le haría vivir el Getafe: si quería ganar los tres puntos, tendría que bajar al barro y remangarse. A partir de la primera y única ocasión clara de Yannick Carrasco tras un magistral pase de Ángel Correa que abortó David Soria bajo palos, el partido se volvió frondoso. Sin continuidad, con múltiples interrupciones, mucho balón dividido y duelos individuales constantes. Una guerra de guerrillas en la selva getafense en la que había que abrirse paso a machetazos.
El conjunto de Diego Pablo Simeone, de amarillo chillón, insistía en atraer al cuadro local para incomodarlo. Los de José Bordalás, acostumbrados a presionar arriba, robar y volar verticalmente en pocos toques, agobiaban la salida de balón cuando podían, pero no dudaba en buscar seguridad cerca de su portero. Los azulones no están tan finos como antaño y se nota en este tipo de planteamientos donde, para tratar de reducir el riesgo, juntan líneas en su campo y no en el contrario. Sin un rincón en el que colar la pelota por pasillos interiores ante el férreo marcaje sobre Koke Resurreción, los colchoneros buscaron la vía Kieran Trippier-Marcos Llorente, pero el Getafe tapaba sus alas.
El Getafe incomodó al máximo al Atlético
El partido se atascaba y se inclinaba hacia el terreno local. Así, justo antes del descanso, el Getafe tuvo su ocasión más clara hasta entonces. El canterano azulgrana, Carles Aleñá, picó a la puerta de Jan Oblak con un disparo desde la frontal, Nemanja Maksimovic acudió al rechazo, fingió una caída, recuperó el cuero, centró para el ‘Cucho’ Hernández y su acrobático remate de tijera salió por encima. Ambos se encaminaron hacia el vestuario sin estar del todo contentos con lo que habían visto en los primeros 45 minutos.
Simeone, necesitado de conexiones interiores y fantasía en el último tercio, tiró del teórico crack del equipo. Saúl Ñíguez se quedó en la caseta y Joao Félix entró en su lugar. Los rojiblancos combustionaron al inicio del segundo tiempo con un potente disparo de Marcos Llorente, pero Soria se mostró firme bajo palos. Poco después, Enes Ünal replicó y Oblak dijo que por ahí no iba a ser. Los minutos avanzaban y el técnico argentino iba a buscar la respuesta en el banquillo. En el minuto 64, triple cambio: se fueron Ángel Correa, Yannick Carrasco y Mario Hermoso y entraron Moussa Dembélé, Renan Lodi y Thomas Lemar. Había que poner toda la dinamita para volar el sistema defensivo local.
En el minuto 70, Allan Romeo Nyom le echaría una mano a su rival con una entrada criminal a Renan Lodi. El defensor francés, totalmente pasado de rosca, se abalanzó con la plancha sobre el carrilero brasileño y el VAR no dudó en mandarlo a la ducha. Tan solo tres minutos después, el recién entrado Dembélé derribó a Maksimovic tras llegar tarde, pero ni el VAR ni Sánchez Martínez apreciaron pena máxima. A partir de allí, el Atlético de Madrid gozó de las oportunidades más claras. Primero Dembélé, luego Joao Félix y por último, Lodi buscaron superar a Soria, pero todos se toparon con la negativa del guardameta azulón.
Luis Suárez quería sumarse a la fiesta de las ocasiones. El Atlético recuperó el cuero en la frontal, Marcos Llorente abrió para el uruguayo y el ‘9’ colchonero tiró de una definición tan fantástica que solo el palo pudo escupir. Los de Simeone, volcados al ataque, no encontraban la llave que abriese el cerrojo azulón a pesar de un Dembélé muy activo. Precisamente el francés tuvo la victoria en su cabeza tras un centro medido de Renan Lodi, pero su frentazo se fue acariciando el palo del Getafe. El líder de LaLiga se vuelve a dejar dos puntos (ha dejado escapar 9 de los últimos 18) mientras el Real Madrid y, especialmente el Barça, miran más de cerca que nunca al conjunto capitalino.