Cada año que pasa, La Guaira tiene otra oportunidad de dejar atrás el estigma de ser equipo del beisbol venezolano con más temporadas sin poder saborear las mieles del título. Ya son 32 años de una dramática sequía y es por ello que su fanaticada pide a gritos que la samba retumbe con un campeonato.
La temporada pasada se convirtió en un duro trance para los Tiburones, tanto así que el manager Oswaldo Guillén declarado que no disfrutó para nada dirigir al equipo en dicha zafra. Sin embargo, está de regreso y de la mano de una nueva gerencia, quiere cambiar las cosas radicalmente.
La idea de la flamante directiva, encabezada por Luis Blasini es tener un núcleo de jugadores criollos que jueguen desde octubre sin restricciones.
Para eso la gerencia litoralense hizo de los servicios del catcher Juan Apodaca y del inicialista Samir Duéñez en un cambio desde Magallanes. Este par de peloteros estará desde temprano junto a los conocidos Héctor Sánchez, Gregory Infante, Edgmer Escalona, Heiker Meneses y Teodoro Martínez.
La rotación de la escuadra varguense estará encabezada por los importados Jonathan Albaladejo y Anthony Lerew, sobre quienes se apoya buena parte de la opción del equipo.
Si los iniciadores responden, pareciera que los Tiburones pudiesen tener un buen chance de éxito ya que en el bullpen cuentan con Arlett Mavare, Rafael Cova y el propio Gregory Infante.
Pero los Tiburones de La Guaira arrancarán con un handicap importante, ya que no contarán con Ehire Adrianza por lesión.
Sin embargo, pudiesen tener los escualos en algún momento de la campaña dentro de sus filas a grandeligas de la talla de José «Cafecito» Martínez, Miguel Rojas, Yolmer Sánchez y Alcides Escobar.