¡Arden las redes! Los comentaristas deportivos peruanos que ven una prostituta en cada venezolana

Peter Arévalo, el peruano machista que se dice comentarista deportivo, no soporta que la mismísima FIFA haya ubicado a Venezuela en el cuarto lugar y a Perú en el décimo, es decir, en el último. Quizás también le duela (o su ignorancia le impide saber) que la migración venezolana hará crecer el PIB de Perú en 4.4 %. Lo que sí sabe y muy bien, es el precio que cobra una prostituta

Tanto Peter Arévalo, el ignorante conductor del espacio deportivo peruano «A Presión» (@apresion1) como sus colegas, dedicaron buena parte de sus comentarios sobre fútbol a burlarse de las mujeres venezolanas mientras debatían sobre el encuentro que se realizaría entre el equipo de Perú y la Vinotinto. Probablemente llevados por la indignación de saber que su equipo es pésimo- tiene un solo punto cuando el de Venezuela lleva 8-, los machistas xenófobos no consiguieron mejor forma de disfrazar su impotencia, que deben sufrir en varias de sus acepciones, que pisoteando a las mujeres venezolanas como seguramente lo harán en sus casas, con sus esposas e hijas. O peor aún, calmando con bromitas así lo que ellas les tienen prohibido hacer en sus casas.

Incapaces de condenar o ignorar el comentario de un oyente sobre el «precio de las chamas», como llamaron a las venezolanas al compararlas con prostitutas, los conductores del espacio se sumaron al chistecito de pésimo gusto, se rieron a carcajadas por la gracia e incluso llegaron a hablar de los precios actuales de «las chamas», lo que implica que seguramente utilizarán el servicio de prostitutas con frecuencia, los muy pobres diablos.

Tan exagerada fue su actitud que el Ministerio de la Mujer de Perú emitió un comunicado oficial rechazando semejante conducta, saludando su condena en las redes sociales e invitando a los ciudadanos a dejar de ver espacios como este: «Estos comentarios, denigrantes contra las mujeres y, abiertamente, xenofóbicos, no tienen nada que ver con el deporte, y son inaceptables. No solo son ofensivos contra las mujeres, también promueven la violencia contra ellas y las reducen a la categoría de objetos sexuales carentes de dignidad», al que respondió el susodicho Peter Arévalo con una disculpa más tibia que las noches junto a su mujer. ¡Personaje que, irónicamente, cuando fue invitado a un reality show como chef – así será de mediocre- llevó como su plato estrella unos tequeños! Es decir, unos tequeños venezolanos que han sido tan exitosos en medio planeta, que algunos peruanos trataron de expropiar la receta y hacerla suya, como más de una vez denunció el chef venezolano Sumito Estévez, plagio que por cierto no les funcionó.

No soportan estos machistas del fútbol que la mismísima FIFA haya ubicado a Venezuela en el cuarto lugar y a Perú en el décimo, es decir, en el último. Quizás también les duela (o su ignorancia supina les impide saber) que la migración venezolana hará crecer el PIB de Perú en 4.4 %, según el informe «Efectos colaterales de la crisis venezolana» que realizó el Fondo Monetario Internacional el año pasado. Algo parecido a lo que señaló el Banco Mundial, quien reveló no solo que «de los 870 000 ciudadanos venezolanos que ingresaron a Perú hasta el 2019, el 57 % cuenta con estudios superiores y son profesionales altamente calificados», sino que el producto bruto interno (PBI) de Perú creció gracias a la migración venezolana y se tenía proyectado -antes de la pandemia- que para el año 2025 los venezolanos aportarían 2. 200 millones de soles peruanos en ingresos fiscales».

O, para meternos en su ridículo terreno donde les da mucha risa la descalificación del otro, quizás a esos comentaristas deportivos les podría molestar que Venezuela haya ganado   215 concursos de belleza, de los cuales ganó 28 veces en los siete concursos internacionales más importantes. ¿Y Perú? Ganó solo cuatro veces.

En fin, me disculpan la rabia, pero los invito a visitar la cuenta X de Peter Arévalo, @apresion1, porque la andanada de insultos que ha recibido por allí no solo calmó mi indignación, sino que, como bien sabemos hacer los venezolanos, la mayoría de los comentarios fueron tan inteligentes y cómicos que me dieron mucha risa. Muchísima. Y de gente así hay que reírse. Aunque lo mejor es invitar a los miles de venezolanos que viven en Perú a que denuncien su cuenta, no consuman los productos que anuncie y saboteen sus ganas de ser famoso como sea de lugar.