Alemania abrió la Eurocopa con goleada sobre Escocia 5-1

Alemania goleó a Escocia en el partido inaugural de la Eurocopa 2024.  Wirtz abrió el marcador en el 10′, Musiala dobló la ventaja alemana en el 19′. Al filo del descanso, Havert anotó el tercero desde el punto de penalti, tras una falta por la que fue expulsado Porteous.
Füllkrug marcó el 4-0 ya en la segunda parte y autogol de Antonio Rüdiger en el 87′ el 4-1 y Can colocó el 5-1 final ya en el descuento 90’+3′.

La temible Alemania ha vuelto. Tras unos años de dudas, los germanos presentaron su candidatura a todo en el primer partido de la UEFA EURO 2024. Como locales, y con jugadores como Musiala, Wirtz, Kroos o Rüdiger, los de Julian Nagelsmann entran de lleno entre los favoritos a levantar el título el 14 de julio. Ante Escocia ganaba 3-0 al descanso, y pudo lograr una goleada aún más abultada que este espectacular 5-1.

Vendaval alemán

En su primera aparición juntos en un torneo tardaron menos de 20 minutos en sellar su sociedad letal, una tribu callejera trasladada al arte de asociarse con un balón. Wirtz abrió el camino con un disparo desde lejos que Gunn hizo mejor de lo que en realidad era; Musiala sentenció reventando la pelota dentro del área poco después. La relevancia de Kroos y de Gündogan en los goles también indica lo que cualquier artista necesita detrás de ellos para triunfar: organizadores capaces de descubrir lugares en los que levantar obras de arte.

Escocia, un equipo antagónico al alemán, no estuvo ni cerca de espantar las avispas que en cada ataque le picaban. No sólo eso: cuando tuvo el balón, se topó con una presión que dejó sin líquido de energía a ninguno de los alemanes sobre el campo. Encomiable.

El VAR tuvo trabajo porque la defensa escocesa lo tuvo. En una primera acción sacó fuera del área una falta sobre Musiala que el árbitro habría visto como penalti; después, en otra corrección a Turpin, sí advirtió de una entrada salvaje de Porteous a Gündogan cuando se disponía a rematar. Roja y penalti. Havertz, ese otro artista uraño, casi místico, se unió a la fiesta anotándolo.

Da la sensación de que Wirtz y Musiala son capaces de levantar con su ‘flow’ a cualquiera, también a Havertz, cuyas señales esta temporada, en cualquier caso, ya venían siendo mejores que las anteriores. Tras dos años de depresión por no encontrar la ruta adecuada, Alemania tenía pulverizado el debut en la Euro con un primer tiempo excepcional.

Cambios y Füllkrug

A Nagelsmann le dio tiempo a balancear esfuerzos y medir la amplitud de su banquillo. Quitó a Andrich, amonestado, y dejó que se divirtieran algo más Wirtz y Havertz antes de darles media hora de descanso. Sané y Füllkrug, titulares en cualquier otra situación salvo en esta con tanto joven primoroso por delante, captaron el mensaje.

Incluso sin una gran obsesión por atacar, Alemania se acercó a la portería con peligro. Pudo marcar Sané pero quien lo hizo fue Füllkrug, un gigante capaz de encararse con Rüdiger como en un entrenamiento esta semana. Golazo.

Ni siquiera el tanto en propia puerta muy al final de Rüdiger ensució el debut, pues Emre Can lo arregló poco después con el quinto y definitivo gol desde fuera del área. En realidad, todo había quedado resuelto con la ovación a Musiala al irse y a Müller cuando entró por él. Un cambio sintomático, el del pasado por el futuro, el del futbolista puramente alemán por el modernizado, el de la Alemania de siempre por la Alemania de ahora. Así arrancó su Eurocopa y así pretenderle ganarla. Con Wirtz y Musiala, desde luego, todo parece posible.