El Real Madrid cayó este miércoles en dieciseisavos de la Copa del Rey al perder 2-1 contra el modesto Alcoyano, de la 2ª división B, equivalente a la tercera categoría del fútbol español.
El brasileño Eder Militao abrió el marcador para los blancos (45), pero José Solbes empató (81) enviando el partido a la prórroga, donde Juanan remató en boca de gol para hacer el 2-1 (115) que dio el pase al Alcoyano, cuando el equipo local ya jugaba en inferioridad por la expulsión, por doble amarilla, de Ramón López (110).
El Real Madrid vivió una noche negra. El Alcoyano entra en la historia del Madrid como antes lo hicieron el Alcorcón o el Toledo, colocando al conjunto blanco en una crisis indiscutible. La noche mágica del meta José Juan, el esfuerzo del bloque y el acierto indiscutible en los momentos decisivos dieron una victoria con resonancia en todo el planeta fútbol, por su hazaña y por las consecuencias que pueda tener.
El Real Madrid compareció en El Collao, el depósito nacional de la moral futbolera, repleto de incógnitas en el juego -los resultados lo demuestran- y en el vestuario – la inminente salida de Odegaard y la de Jovic pone en cuestión el manejo de Zidane con las promesas blancas-. Así que el técnico francés dio orden de no especular en Alcoy, presentando un once con más habituales de los esperados. A pesar de la rotación masiva en defensa, en parte obligada por las lesiones de Carvajal y Ramos, mantuvo a Casemiro y Lucas Vázquez en la alineación. Son hombres de su confianza, se lo han ganado. Y hay que reconocer que lo justifican en cualquier campo. En el barro y en los estadios cinco estrellas.
Así que mandó el Madrid de salida, moviendo bien la pelota y llegando con soltura. Valverde probó a José Juan y el meta respondió con una parada notable, junto al palo. Militao entregó un cabezazo a las manos del portero, poco antes del cuarto de hora, y no hubo mucho más en el área porque el Alcoyano comenzó a sentirse cómodo sin la pelota. Bien colocado, el equipo alicantino juntó las líneas en su parcela y comenzó a aburrir al Madrid.
Al Alcoyano le convenía el pestiño. Con un poco de suerte, los blancos se desconectaban y permitían un resultado apretado. A punto estuvo de hacer diana el equipo de Parras en la primera ocasión, un centro desde la deerecha que Mourad cabeceó potente. El debutante Lunin sacó con eficacia, aunque la jugada se anulase por fuera de juego. La amenaza era real.
El plan local estuvo a punto de conquistar el descanso con tablas. En poco más de dos años como madridista, Eder Militao sólo había aparecido en naufragios, y ya le tocaba alguna alegría. El brasileño firmó el 0-1 con un cabezazo impecable y cercano. Remachó un centro de Marcelo tras asociarse con Isco, los dos de la vieja guardia que aspiran a volver. A poco que ofrezcan, Zidane les abre la puerta. Son de los suyos. Y punto.
El tanto adormeció el partido. El Madrid cerró la puerta y se dedicó a evitar sustos. Nada que reoprochar en cuanto a actitud y sacrificio. Algo más en cuanto a fútbol. Un par de disparos lejanos, Mariano y Lucas, y pare usted de contar. Movió el banquillo Vicente Parras, tres cambios de una tacada, en busca de más verticalidad y llegada. El triángulo central blanco (Militao, Casemiro y Víctor Chust) no concedía nada, pero tampoco el Madrid mataba el partido. Mariano vio una tarjeta y Benzema empezó a calentar. No tuvo muchos más minutos el canterano, que se fue al banquillo rumiando la frustración.
La entrada de Karim no arregló nada. Es más, al Madrid se le torció la noche de mala manera. Los equipos de Segunda B están acostumbrados a convertir un córner en un tesoro. Dos consecutivos, ejecutados con veneno por Juli, desembocaron en el empate. El primero lo sacó Lunin de puños, El segundo encontró a Solbes solo en el segundo palo, desatendido por Vinícius.
El panorama espabiló al Madrid, que al menos intentó evitar la prórroga con algo de intención. Una falta lateral botada por Isco no pudo ser remachada por Benzema, y el balón muerto en el área llegó a Militao, que trató de rematar de espaldas. Ángel llegó tarde y chutó sobre el gemelo del brasileño. Sánchez Martínez se equivocó al interpretar la jugada. Con VAR, se habría señalado un penalti clamoroso. O no, vaya usted a saber. El caso es que la prórroga fue inevitable, condenando el conformismo blanco.
Asensio fue la respuesta inmediata en la prórroga. Hazard y Kroos a calentar. Mérito indiscutible del Alcoyano, zarandeando al gigante blanco. Con un punto físico por encima, los futbolistas blanquiazules se vieron ante la ocasión de sus vidas. Especialmente en acciones a balón parado. Lunin tuvo que blocar un cabezazo cercano a la salida de un córner. Entraron el 7 y el 8, pero la noche era un drama. Antes del descanso de la prórroga, Benzema se lastimó.
La épica acompañó al Alcoyano. De un lado, la prodigiosa actuación de José Juan, que evitó los tantos de Lucas, Asensio o Marcelo. Por otro, el bloque, organizándose tras la expulsión de Ramón. Capeó primero los arreones blancos. Y después elaboró un jugadón monumental en una contra por banda izquierda que Diakité sirvió al área chica para que Juanan remachara a la red. Histórico.
Los últimos minutos retrataron a un Madrid impotente. Con sus mejores hombres sobre el césped, lo intentó con corazón, sin juego. El pitido final de Sánchez Martínez certificó la catástrofe blanca. Ni el penalti al limbo sirve de coartada. En El Collao, el Madrid tocó fondo.