Un total de 35.403 venezolanos residentes en España adquirieron la nacionalidad española durante 2024, lo que convierte a Venezuela en la segunda nacionalidad de origen más frecuente en este proceso, solo por detrás de Marruecos (42.910) y por encima de Colombia (26.224), según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España.
En total, 252.476 extranjeros obtuvieron la ciudadanía española ese año, lo que representa un incremento del 5,1 % respecto a 2023. Según el INE, la mayoría lo hizo por la vía de residencia legal continuada, aunque también se registraron decenas de miles de casos por opción, una modalidad común entre descendientes directos de españoles.
Las comunidades autónomas de Cataluña (68.755) y Madrid (48.288) lideraron la estadística en cuanto a número de nuevos ciudadanos nacionalizados, acumulando casi la mitad de todos los casos registrados.
El organismo detalló que en el caso de Venezuela, además del alto volumen de nacionalizaciones, 34.343 personas nacionalizadas en 2024 habían nacido en el país sudamericano, lo que posiciona a Venezuela también como el principal país de nacimiento entre los nuevos ciudadanos extranjeros (excluyendo a los nacidos en España).
Perfil de los nuevos ciudadanos
El grupo de edad predominante entre quienes obtuvieron la nacionalidad fue el de 30 a 39 años, seguido del segmento entre 40 y 49 años, siendo las mujeres las más numerosas (56 % del total). Por género, 141.485 mujeres y 110.991 hombres fueron nacionalizados en 2024.
Asimismo, el 80 % de los nuevos ciudadanos habían inmigrado a España en años previos, siendo 2019 el año de llegada más frecuente, lo que sugiere que muchos migrantes venezolanos necesitaron al menos cinco años para regularizar su situación y completar el proceso.
La alta cifra de nacionalizaciones refleja el prolongado proceso migratorio venezolano hacia España, intensificado desde 2014, y consolidado en años recientes con la integración legal de miles de familias. Muchos de ellos acceden a la nacionalidad por residencia, pero otros —especialmente hijos y nietos de españoles— lo hacen por opción, una vía prevista para descendientes directos.