Si siempre te olvidas de sacar la pieza del congelador la noche anterior y tienes bastante prisa por ponerte a cocinar, tenemos una solución para ti.
En esta era en la que absolutamente todo en el supermercado está envasado -y no tenemos tiempo para ir a una carnicería de toda la vida-, si quieres únicamente un filete de ternera o una pechuga de pollo estarás obligado a comprar mucho más. Las bandejas de estos productos hacen que adquiramos más cantidad de la que realmente deseamos y, como consecuencia, acabamos congelando el resto.
El congelador es nuestro gran aliado contra el desperdicio, y simplemente tienes que acudir a él cuando necesites la carne que te sobró. Pero seamos sinceros, aunque todos nos sepamos la teoría para descongelar correctamente, al final acabamos recurriendo a otras alternativas como sumergir la pieza en agua fría. Pero hay un método aún más rápido: baños de agua caliente.
Es posible que hayas escuchado que usar agua caliente para descongelar es una mala idea porque cocinaría la superficie de la carne o provocaría el crecimiento de bacterias. Pero una investigación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), publicada en el ‘Journal of Food Science y en Food Control’, señala que en piezas de cortes finos (filetes, chuletas y pechugas de pollo) se puede descongelar en tan poco como 10 minutos, sin reducir la calidad del producto, recoge ‘Life Hacker’.
Investigación en más de 200 filetes de ternera
Según informa ‘New York Times’, en los laboratorios del USDA descongelaron más de 200 filetes de ternera en tres grupos diferentes: algunos en un refrigerador a 4,5 grados centígrados, otros en un baño de agua a 20 ºC en constante circulación y el resto en agua a casi 39 grados.
La descongelación por aire en la nevera llevó entre 18 y 20 horas, mientras que el baño de agua a temperatura ambiente descongeló los filetes en unos 20 minutos y el de más grados en 11 minutos. Estos tiempos en el agua son tan cortos que cualquier crecimiento bacteriano permanecería dentro de límites seguros. Además, los métodos de descongelación empleando líquido pueden dar como resultado filetes de mejor sabor (o al menos más jugosos), ya que filtran menos jugo que descongelados al aire.
Del mismo modo, los investigadores descubrieron resultados similares en las pechugas de pollo: se descongelaron en unos nueve minutos en el agua caliente y en el caso de estar fileteados en poco más de tres minutos. Bastante rápido
Uno de los métodos que recomienda el periódico estadounidense es llenar una olla grande con agua del grifo a 51 grados y sumergir la carne envuelta en plástico, moviéndola de vez en cuando. Esta acción es importante porque evita que una zona se quede fría aislándola del resto del agua. Por lo tanto, revuelve el agua o haz correr un chorro constante de agua caliente.
Y si ni siquiera tienes eso 10 minutos o la pieza es muy grande, sin duda es el microondas puede ser más rápido. Vamos, que los invitados están subiendo por el ascensor y no sabes que decirles. Igualmente el electrodoméstico tiene un ajuste para descongelar por si quieres gastar menos agua. Pero hay algo que tienes que tener presente (en todos los métodos): una vez que los descongeles tienes que cocinarlos inmediatamente. Si lo metes de nuevo en el refrigerador por alguna vicisitud del destino podrías provocar que algunas bacterias dañinas crezcan en la carne. reseña el confidencial