Imágenes aéreas tomadas esta semana desde un dron revelan la presencia de un monumento circular de 200 metros de diámetro enterrado bajo un campo de cultivo en Irlanda. El círculo se encuentra a un kilómetro de Newgrange, un pasaje funerario de unos 5.200 años de antigüedad que forma parte del yacimiento arqueológico más importante de Irlanda, declarado Patrimonio de la Humanidad. Se cree que el recinto descubierto es al menos 100 años posterior, por lo que se construiría al final del Neolítico o principio de la Edad de Bronce.
El nuevo hallazgo ha sido posible gracias a la reciente ola de calor y tiempo seco que han afectado a Irlanda y el Reino Unido. Las estructuras enterradas afectan a la composición del suelo y, como resultado, la vegetación que crece sobre ellas cambia de color a un ritmo distinto que el campo adyacente. En este caso, una serie de zanjas y agujeros en la tierra han retenido humedad y permitido el crecimiento de raíces más profundas, por lo que la vegetación que crece sobre los restos ha permanecido verde cuando el resto del cultivo amarillea.
Anthony Murphy, un autor y fotógrafo interesado en la arqueología y el patrimonio cultural, realizó el descubrimiento con un amigo, Ken Williams. En las últimas semanas, el calor ha desvelado la presencia de más monumentos antiguos bajo los campos de cultivo de las islas británicas. Entre los otros hallazgos se encuentran un fuerte romano y una posible granja prehistórica, ambos cerca de Newport, en Gales. Murphy decidió volar su dron sobre el yacimiento de Newgrange tras oír de los descubrimientos en Reino Unido.
Murphy y Williams reconocieron inmediatamente la importancia de sus imágenes, que han compartido con los arqueólogos Stephen Davis, de University College Dublin y Geraldine Stout, del Servicio Nacional de Monumentos irlandés. “Las imágenes muestran una estructura similar a otras que se han encontrado en el área, pero con un nivel de detalle sin precedentes”, dice Davis. Murphy añade que el monumento nuevo es especialmente similar a uno adyacente, que pudo ser una versión anterior o “prototipo” del mismo.
Las formas en el terreno de cultivo muestran dos circunferencias exteriores que, según el arqueólogo, delatan una serie de agujeros. Estos probablemente albergaron postes verticales de madera. En el interior se aprecian los restos de una calzada circular, elevada entre dos zanjas concéntricas. “La calzada está interrumpida con cortes a intervalos regulares. Esto no lo hemos visto nunca”, dice Davis. En la zona este el monumento tiene una protuberancia que sí se asemeja a otras estructuras de la zona. El investigador señala que “no se aprecian piedras grandes” en las imágenes, y que el monumento probablemente tuvo un terraplén exterior bajo de grava o arcilla.
Este es el séptimo y mayor de los círculos hallados cerca de Newgrange. Son estructuras llamadas embanked enclosures (recintos rodeados por un terraplén), análogas a los henges o crómlechs de piedra británicos, de los cuales Stonehenge es el más famoso. Aunque nadie sabe su verdadero propósito, se cree que estos monumentos eran puntos de encuentro, por su enorme capacidad y diseño abierto. “Lo que no sabemos es si los siete son contemporáneos o pertenecieron a distintas épocas”, explica Davis. El monumento recién descubierto se encuentra bajo terreno privado y no existen planes de iniciar una excavación.