Algunos estudios científicos recientes lograron probar que el peróxido de hidrógeno (H2O2), también conocido como agua oxigenada no sirve en lo absoluto para desinfectar ningún tipo de herida.
Todos sabemos que el peróxido de hidrógeno es muy bueno y útil para algunas cosas, como por ejemplo para ayudarnos a crear aquel increíble volcán para la feria de ciencias de nuestra escuela cuando éramos niños, y además para desinfectar nuestras heridas… ¿o no?
Si nos basamos en lo que han evidenciado algunos estudios científicos recientes, podemos concluir que realmente el agua oxigenada no funciona para desinfectar ningún corte o rasguño en nuestra piel.
Pero ahora nos toca preguntarnos ¿por qué?
Cuando viertes peróxido de hidrógeno sobre alguna herida abierta, este automáticamente generará una especie de espuma, para nosotros bastante reveladora puesto que siempre se ha pensado que sin duda, esa es la imagen de la muerte de miles de bacterias rogando por sus vidas, ¿no es así?
Lamentamos decirte que esto en realidad no es así, y que esa famosa espumita no es más que una reacción química a la enzima catalasa, molécula de naturaleza proteica que se encuentra en nuestro cuerpo, especialmente en nuestra sangre y nuestras células.
Cuando el peróxido de hidrógeno se encuentra con la catalasa, se convierte en oxígeno, gas y agua; y genera ese conocido burbujeo que nos tranquiliza ya que «es la prueba de que todas nuestras heridas están siendo desinfectadas».
A pesar de esto… y después de muchísimos años de confiar ciegamente en este asunto, los científicos descubrieron que el peróxido de hidrógeno realmente no previene el crecimiento bacteriano ni reduce el riesgo de infección en los sitios de incisión.
Además, informaron que de hecho en realidad lo que sí puede causar el agua oxigenada es retrasar el proceso de curación de nuestras heridas… Impactante ¿no?
Cuando este compuesto químico entra en contacto con la sangre, se produce una reacción burbujeante que se debe a que las células, tanto de la piel lesionada como de la sangre, usan una enzima capaz de convertir el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) en agua y oxígeno. Durante esta reacción se matan las bacterias, pero el problema es que también se pueden dañar células sanas.
Así, aunque el uso del agua oxigenada a corto plazo no es problemático, su uso continuado si puede provocar complicaciones. Según la doctora Rachel Rader, del Centro Médico Davis Regional, los beneficios de este compuesto químico a largo plazo son controvertidos.
Lo mejor: agua y jabón
La doctora ha constatado durante su trabajo diario que algunas heridas se quedan «atrapadas» en una fase de curación, sin progresar adecuadamente y sin acabar de cerrar. Esto también puede suceder con el alcohol, por lo que la doctora no aconseja su utilización a largo plazo.
Rader recuerda que también hay medicamentos que pueden ralentizar la curación de heridas; así mismo, hay enfermedades crónicas que también ralentizan este proceso, como es el caso de la diabetes mellitus, la artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes. En todos estos casos, es menos recomendable el uso de agua oxigenada según Rader.
La recomendación de esta doctora es usar tan solo agua y jabón como productos para la limpieza inicial de la herida. A largo plazo, hay sustancias de limpieza que no dañan las células sanas, por ejemplo, la cristalmina.
Con información de Culturizando.com