Hablamos con una tatuadora profesional que nos va a dar las claves sobre cómo mantener nuestro tatuaje para que siempre luzca como el primer día.
Cuando entras por primera vez en un estudio de tatuajes es porque ya llevas grabado a fuego todo el interrogatorio que sabemos te has dedicado a hacer a los pobres de tus amigos que ya antes se pusieron a merced de un aguja. Además, para que no aparezcan sorpresas inesperadas, por supuesto que también has buceado por la red en busca de todo lo que necesitas saber antes de dejarte llevar por los impulsos de tu (recién estrenado) corazón de tinta. Pero en lo que quizá no hayas reparado es en que un tattoo, aunque sea permanente, no es inalterable; lo que significa que con mucha probabilidad cambiará de aspecto conforme vayan pasando los años. ¿Se puede evitar? Por supuesto, igual que evitas a toda costa perder tu preciosa melena, tienes que hacer un mantenimiento de tu tatuaje. Nosotros, para darte todas las claves sobre cómo hacerlo, nos hemos puesto en contacto con Helena Velázquez, una tatuadora catalana que gasta su tiempo viajando entre Londres-Barcelona haciendo magia con la tinta. Esto es lo que nos ha contado.
¿De qué depende que el aspecto de un tatuaje cambie con el paso del tiempo?
Existen tres factores que van a determinar el estado de un tatuaje: la mano del tatuador, lo que hagas el día antes de hacértelo y el proceso de curación. Lo primero es algo que no puedes controlar más allá de haberte asegurado de la calidad de sus trabajos mediante otras referencias. El segundo factor es sin duda el más sencillo, se trata de no consumir alcohol ni otro tipo de sustancias el día previo a tatuarte para evitar sangrados que rechacen la tinta; descansar y comer bien para mantener tus defensas a tope. En cuanto al proceso de curación, es otro cantar. Se trata de un momento crucial que va a determinar el aspecto que nuestro dibujo va a tener para siempre. Hay que prestar mucha atención a las recomendaciones del tatuador y seguirlas a raja tabla porque, aunque se trate de un tattoo pequeño, si no se siguen quedará mal. Si el tatuaje se infecta, se sobrehidrata, se deshidrata o se expone al sol, su aspecto cambiará desde la primera semana y será por culpa de un mal proceso de curación.
¿Qué es lo que no debemos hacer (y hacemos) durante el proceso de curación?
Los errores más habituales que hay que saber para no cometer son, a grandes rasgos, los siguientes:
- No limpiar la piel con agua y jabón antes de aplicar la crema o hacerlo con las manos sucias. Durante los primeros días, un tatuaje es
- una herida abierta en la que si no se mantiene una rigurosa higiene, se infectará.
- Aplicarse demasiada crema. La piel debe estar seca y respirar para que la herida pueda cerrarse correctamente y se inicie el proceso de regeneración. Hay que aplicar poca cantidad de crema y extenderla lo máximo posible para mantener la zona hidratada (no húmeda)
- Rascarse o retirarse las pieles. Que un tatuaje pica mucho es una realidad, pero mejor contener nuestros impulsos de rascarnos que arriesgarnos a abrir así de nuevo la herida y que podamos perder pigmento por ello.
¿Qué recomendarías para mantener un tatuaje vivo una vez pasado el tiempo de curación?
Básicamente hay que cuidarse la piel del sol en las épocas de calor en que llevemos el cuerpo descubierto; mantener la zona siempre hidratada mediante cremas y realizar exfoliaciones periódicas durante todo el año.
En caso de no hacer caso a estos consejos, ¿cómo notaría que un tatuaje va a peor?
Empezarás a ver que tu dibujo se va tornando a gris y que, en el peor de los casos, se pondrá borroso y descolorido.
¿Son necesarios los repasos periódicos si se quiere mantener el tattoo siempre como el primer día?
Depende de cada persona y de su tipo de piel. En general, con el paso de los años, la piel cambia y se regenera por lo que sí se hace recomendable pasar por el estudio a repasarlo. Pero en cualquier caso siempre se hace después de mucho tiempo. La gente que acude a los pocos meses de tatuarse la primera vez, es porque ha sufrido algún problema durante el proceso de curación.
¿Depende la zona del cuerpo donde esté el tatuaje para que los repasos sean más necesarios?
La piel de cada zona de nuestro cuerpo es muy diferente y muy decisiva a la hora de saber cómo se va a comportar un tatuaje con el paso del tiempo. Sin duda las manos y los pies son las más delicadas por el roce constante y la exposición a tantos productos diferentes. También el cuello y la cara por ser la piel tan fina y sensible.
En estos casos, es habitual que el tatuaje tenga que repasarse pasado poco tiempo desde que se hizo y luego seguir haciendo de manera constante con el paso de los años.
En verano, si hace relativamente poco que me tatué, ¿debería tener alguna precaución especial?
En primavera es muy habitual que la gente acuda a nosotros porque a medida que se ven con menos ropa, su sed de tinta va en aumento. Al ser una época tan cercana a los meses de verano, es muy importante dar las recomendaciones necesarias para que el sol, cloro, playa, etc… No influyan negativamente en el estado del tattoo. Para los que se tatúan ya entrado el verano, lo más importante es no hacerlo a menos de dos semanas de ir a la playa. Durante este tiempo no se recomiendan baños en la piscina, en el mar o en la bañera, solo duchas cortas. Por último y para todos, se hace fundamental e imprescindible utilizar siempre una buena crema solar con protección total. reseña men’s health