Recetas: Granolas caseras

La granola es una de las recetas más sencillas, ricas y saludables que puedes preparar tu misma en casa y que además puedes personalizar con los ingredientes que más te gusten.

Su ingrediente principal son los copos de avena, un cereal muy rico en vitaminas del grupo B, vitamina E y en minerales como el zinc, calcio, hierro y magnesio. También contiene betaglucano, un componente que de manera natural absorbe el colesterol y los ácidos biliares del intestino, facilitando su eliminación.

Los ingredientes típicos de la granola son, además del cereal, los frutos secos, las especias y algún endulzante –como el azúcar, la miel o el sirope de arce– e, incluso, se puede mezclar con virutas de coco o semillas.

Las combinaciones de sabores son infinitas y, lo mejor, a nuestro gusto. El beneficio de preparar una granola casera es que conseguirás una alternativa más sana y nutrivita que los cereales industriales que venden en los supermercados.

Esta receta de granola casera se prepara en muy poquito tiempo y después de guardarla en un tarro hermético, podrás añadirla a tus desayunos, meriendas o allí donde quieras aportar un toque dulce y crujiente, además estarás incluyendo más fibra y nutrientes a tu dieta.

INGREDIENTES:

1 y 1/4 tazas de copos de avena

2 cucharadas de almendras crudas

2 cucharadas de avellanas crudas

2 cucharadas de semillas de calabaza

1 cucharada de nueces pecanas

1 cucharada de nueces normales

2 cucharadas de pasas

1 cucharada de semillas de amapola

2 cucharadas de arándanos secos

3 cucharadas de sirope de arce

2 cucharadas de aceite de coco o aceite de oliva virgen extra

2 cucharaditas de postre de canela

PREPARACIÓN:

Picar en trocitos las nueces, avellanas, pecanas y almendras.

Echar todos los ingredientes en un bol y mezclar muy bien hasta conseguir una mezcla pegajosa.

Extender la mezcla sobre la bandeja del horno forrada con papel antiadherente y separar los grumos grandes.

Hornear a 170ºC durante unos 15 minutos aproximadamente, vigilando que no se queme ya que cada horno es diferente y puede ser menos.

Cuando empiece a desprender aroma y se empiece a dorar –cuidado que se quema muy fácilmente–, sacarla y dejar que se enfríe del todo, ya que hasta que no se enfríe no quedará crujiente.

Guardar en un bote hermético. Dura 1 mes en perfecto estado.

OTRAS OPCIONES DE PREPARACIÓN:

-Puedes añadir la fruta seca al final e incluso los frutos secos si los que tienes a mano ya están tostados. Simplemente, al sacarla del horno, lo mezclas todo ¡y listo!

-También puedes prepararla en una sartén, echando todos los ingredientes en ella y a fuego bajo-medio ir removiendo hasta que deje de estar húmeda –unos 10 minutos aproximadamente, sin dejar de remover–. Esta es una buena opción, pero puede no quedar tan crujiente como haciéndola en el horno.

Fuente: ObjetivoBienestar