Investigadores de la Universidad de Basilea advierten que un patrón silencioso puede erosionar la conexión afectiva en la pareja y hacer que compartir emociones profundas se vuelva cada vez más desafiante, aunque sus señales suelen pasar inadvertidas
por INFOBAE
Una pareja evitativa es aquella en la que uno o ambos miembros presentan un estilo de apego diferente: una tendencia a protegerse emocionalmente, manteniendo distancia, reprimiendo necesidades afectivas y evitando la expresión abierta de sentimientos.
Este estilo puede manifestarse a través de la dificultad para expresar inseguridades, la preferencia por la autonomía, la incomodidad con la dependencia emocional e incluso la sensación de saturación ante el afecto o la cercanía excesiva.
El apego evitativo tiene su origen en la infancia y suele consolidarse en la adultez, lo que puede dificultar la evolución de la relación aun cuando existe apoyo emocional, estabilidad y un entorno favorable. Según un estudio de la Universidad de Basilea y colegas, en la pareja, esto se traduce en conversaciones superficiales, resistencia a abordar conflictos profundos, ausencias emocionales y una tendencia a minimizar los propios sentimientos o los del otro.
La búsqueda de independencia puede confundirse con desinterés, generando desencuentros y frustración.
Dinámicas y barreras habituales en una pareja evitativa

Las parejas evitativas suelen enfrentar varias barreras específicas que pueden obstaculizar la construcción de una relación satisfactoria:
- Evitar el contacto emocional profundo: La incomodidad ante la intimidad lleva a evitar conversaciones sinceras o a distraerse con actividades externas para no abordar problemas de pareja.
- Desconexión progresiva: A medida que se rehúye la cercanía, la relación puede volverse funcional, priorizando la rutina y la logística sobre los sentimientos, lo que debilita el vínculo emocional.
- Dificultad para pedir o dar apoyo: Mostrar fragilidad suele resultar incómodo. Ambas partes pueden minimizar sus necesidades, lo que impide la construcción de un espacio afectivo compartido.
- Confusión entre desapego y libertad: La búsqueda de autonomía frecuente en el apego evitativo puede convertirse en distancia afectiva, más que en una libertad sana.
- Círculo vicioso de retraimiento: Cuando ambos miembros son evitativos, tienden a reforzar el patrón del otro, creando una dinámica de soledad paralela.}
Según expertos citados en Psycology Today, en una pareja evitativa, es habitual que surja una sensación de frialdad o carencia de intimidad verdadera. Este distanciamiento puede generar malentendidos, resentimientos y una percepción de falta de interés, aunque en realidad haya sentimientos que no se expresan por temor a la vulnerabilidad.
El apego evitativo tiende a perpetuarse, ya que la evitación del malestar emocional impide abordar las necesidades profundas, y el cambio resulta especialmente desafiante.
Estrategias para superar las barreras del apego evitativo
A pesar de las dificultades, para los expertos existen formas de derribar las barreras del apego evitativo y progresar hacia una relación más cercana y satisfactoria:
- Autoobservación y reconocimiento del patrón: El primer paso consiste en detectar conductas evitativas propias y cómo influyen en la pareja. Reconocer los miedos y las estrategias defensivas ayuda a comprender las dificultades sin culparse a uno mismo ni al otro.
- Comunicación honesta y progresiva: Es importante conversar sobre las dificultades emocionales, incluso cuando resulta incómodo. Compartir temores, experiencias pasadas y expectativas puede crear espacio para la empatía y la comprensión mutua.

- Cultivar la paciencia y la perseverancia: Modificar patrones de apego exige tiempo. Resulta fundamental entender que se trata de un proceso gradual en el que los pequeños avances suman.
- Fomentar gestos cotidianos de cercanía: Iniciar con actos sencillos de apoyo, escucha o afecto puede abrir la puerta a una mayor conexión, sin presionar ni forzar situaciones de intimidad extrema.

- Buscar sentido de seguridad: La pareja debe crear un entorno seguro, donde expresar emociones no implique vergüenza o riesgo de ser juzgado. Validar las inseguridades del otro y brindarse apoyo mutuo fortalece la confianza.
- Diferenciar independencia y aislamiento: Aprender a equilibrar la necesidad de autonomía con la importancia del encuentro emocional ayuda a transformar el desapego en libertad genuina y no en distancia afectiva.
- Apoyarse en acompañamiento profesional: La psicoterapia individual o de pareja puede dotar de herramientas valiosas para comprender el apego evitativo, reescribir creencias limitantes y aprender a manejar el temor a la cercanía.
El desafío y la oportunidad de cambio
Aunque el apego evitativo es resistente ante intentos de transformación, el cambio no está fuera de alcance. El apoyo cotidiano, la comprensión de uno mismo y del otro, y la práctica continua de abrirse —aun con pasos pequeños— pueden crear nuevas dinámicas, mencionó Psycology Today.

Se trata de desafiar la comodidad de la distancia para descubrir la posibilidad de una relación basada en la confianza, la autonomía y la verdadera intimidad.
Sin atajos pero con esperanza, derribar las barreras del apego evitativo es posible cuando ambos están dispuestos a crecer y acompañarse en el proceso.