Sus habilidades para el yoga son increíbles; tiene una flexibilidad y un equilibrio fantásticos, que quedan en evidencia en las decenas de fotografías que sube a las redes sociales y gracias a las cuales se ha hecho conocida en todo el mundo.
Se trata de Valeri Sagun, una joven de 27 años que vive en San Francisco y que es fanática de esa disciplina india, a pesar de que es -como ella misma se define- una «mujer grande».
«No soportaba la idea de que otras personas vieran mi cuerpo, pero ahora acepto y disfruto que gente como yo amen sus cuerpos. Tengo protuberancias, rollos, cicatrices, manchas oscuras, piel dispareja, estrías, grasa, vello corporal; todas cosas que me hacen ser como soy», señala Valeri en su página de Tumblr, debajo de tres fotos en las que aparece en ropa interior y mostrando su anatomía sin ninguna vergüenza.
Esta yogui tiene más de 80 mil seguidores en su cuenta de Instagram, donde ha publicado imágenes y grabaciones de sus prácticas de yoga. En ellas aparece apoyada sobre su cabeza, parada en un pie sobre un cilindro y usando sólo sus manos como soporte, entre muchas otras posturas que a simple vista no son nada de fáciles.
«Soy tan flexible como las jóvenes delgadas», aseguró Valerie a la revista «Closer», aunque reconoció que sus muñecas le duelen con algunas poses, porque las obliga a soportar demasiado peso.
Valerie pesa más de 100 kilos, pero no le importa lo que los demás digan de ella. «Creo que tengo un gran cuerpo, las mujeres me dicen que soy inspiradora y los hombres piensan que mis curvas son sensuales», afirmó.
La yogui está reuniendo dinero en GoFundMe para poder matricularse y estudiar en 7 Centers Yoga Arts, un famoso estudio ubicado en Sedona, Arizona. Su meta es llegar a los 4.000 dólares, de los cuales ya lleva 2.757.
Fuente: http://www.emol.com