En Venezuela cualquier excusa para reunirse entre familiares y amigos es buena. Pero mejor aún es cuando se trata de celebraciones especiales como los cumpleaños, una fecha para compartir con los más queridos entre pasapalitos, refrescos, algunos tragos y la protagonista del día: la torta.
Sin duda que la crisis ha golpeado la calidad de vida del venezolano y ha convertido sus ratos de ocio en un lujo a veces impagable por muchos.
La modalidad de la «vaca» o «fiesta de traje» se ha puesto de moda en los últimos años, pues ante la carestía de todos los productos, hacer un encuentro en el que todos los invitados colaboren, se hace más accesible. Sin embargo, algunos ponen las cosas más básicas de la celebración y que cada quien lleve lo que guste o puede aportar para comprar en cuanto se termine lo que había.
Empezando a sumar, lo más importante en una celebración de cumpleaños es la torta, la cual está costando, la más sencilla de vainilla y merengue, 7.800 bolívares el kilo, que alcanza para unas 30 personas y queda para comer con café en el desayuno del día siguiente.
Escatimando gastos, unos «tequeñitos» para pasapalear rondan los 1.800 bolívares, unos 6 refrescos de dos litros para compartir con los pasapalos y la torta cuestan 1.080 y una bolsa de hielo 250 bolívares, lo que suma, con el costo del pastel, unos 10.930 bolívares.
Algunos son un poco más «rumberos» y deciden poner «sazón» a la fiesta y comprar unas cervecitas para brindar con el cumpleañero por una larga vida, lo que significa añadir unos 4.500 bolívares, por 3 cajas de las «birras» más 500 bolívares por dos bolsas de hielo, lo que añadido a la cuenta de arriba, sumaría 15.930 bolívares.
Si tomamos la opción sin alcohol, representaría un sueldo mínimo y medio, para hacer una sencilla fiestecita para no dejar pasar esa fecha especial. Si tomamos la segunda, representaría un poco más de dos sueldos mínimos.
Hoy en dia, para festejar un cumpleaños, significaría que una familia debe dejar de comer y pagar sus servicios un mes y medio o dos meses, lo cual resulta imposible.
Muchos piden prestado y se endeudan, otros han preferido pasar el día «por debajo de la mesa», para no hacer un gasto que no está en su cuenta mensual.
En todo caso, el venezolano con su inventiva siempre resuelve con algo para celebrar y qué mejor momento que su cumpleaños.
Jessica Urribarri
SuNoticiero