Nicole Gold tenía totalmente en claro que su hija Penny estaba destinada a la fama: adoraba la música, el teatro, la actuación desde muy pequeña. O por lo menos su madre hacía todo lo posible para que siguiera sus pasos. Un caso de obsesión sobre el futuro de los hijos disparó una polémica en las redes sociales.
Por: Clarín
“Desde que empezó a caminar se ponía en mi lugar. Se ponía los tacos altos y se tambaleaba. También agarraba el micrófono”, cuenta la madre de 35 años de Reino Unido.
Nicole, que graba su propia música y se presenta en festivales, tiene grandes planes para su hija desde que nació: conseguirle a Penny una agente para que maneje desde temprano su carrera.
Comercial y campañas desde chica
Nicole, oriunda de Colchester, Essex, explicó a Mirror que la niña “hizo un comercial y un par de campañas y sesiones de fotos cuando era muy chica”. Lejos de amedrentarse por la cantidad de gente y luces en el estudio de televisión, Penny ni siquiera se sobresaltó por estar frente a las cámaras.
Revisando su pasado, Nicole lamenta no haber asistido a una escuela de teatro a una edad temprana, lo que le hubiera hecho ganar mucho timepo, dado que esperó hasta ser mayor para tomar un curso de artes escénicas.
“Me hubiera encantado que mis padres me hubieran empujado a la escuela de teatro. Habría sido mucho más fácil entrar en este mundo difícil de la fama”, remarcó.
De ahí que, apenas se quedó embarazada de una hija, decidió que iba a empujarla a cantar, actuar y bailar para aprovechar las oportunidades que sintió que se perdió cuando era niña.
Penny, con 6 años, realiza alrededor de 14 horas de actividades todas las semanas que la prepararán para una carrera en el mundo del espectáculo, lo que significa que la dedicada madre Nicole pasa la semana llevando a su hija a las clases especiales. “Tengo que hacer malabarismo con los horarios, pero es lo que quiere hacer”, asegura. ¿Lo que quiere la pequeña o lo que proyecta ella?, la pregunta de millón.
Semana repleta de clases
La semana de Penny comienza con gimnasia el lunes, seguida de clases de Latin Ballroom el martes, escuela de circo el miércoles y de artes escénicas y teatro musical el sábado.
Se despierta alrededor de las 7.30 todos los días y su madre tiene como rutina que a las 19.30 esté nuevamente en la cama para descansar lo suficiente luego del ajetreado itinerario.
Pagar todas esas actividades extracurriculares no es para nada sencillo. Nicole dirige su propio negocio de belleza, y hasta deja a Penny en la casa de su abuela los viernes para que pueda ver clientes y ganar más dinero.
Pero hay más para la niña hiperactiva: la madre la educa en casa, con lecciones de canto usando videos de YouTube y practicando la lectura ensayando guiones.“Trato de hacerlo divertido. Para ser honesta, los niños aprenden más cuando todo es divertido, así que trato de convertirlo más en un juego”, explica.
Reconoce que había considerado educar a Penny en el hogar, pero luego decidió enviarla a la escuela poco antes de que comenzara la pandemia. Pero luego cerraron las escuelas y debió retomar su primer plan. Ahora, tras las aperturas, continúa en esa misma línea.
“Le encanta, tiene más amigos que cuando iba a la escuela normal. Donde vivimos hay una comunidad masiva de educación en el hogar”, revela la inglesa sobre su región.
A medida que le enseña a Penny más sobre la vida y la fama, Nicole comienza a ver los talentos naturales de su hija mientras sobresale.
“Me gustaría que se dedicara a la música, pero puedo verla actuando más cuando crezca. Tiene un pequeño don adecuado para diferentes personajes”.
Nicole reconoce que es una madre “agresiva”, pero cree que su enfoque de crianza alentará a Penny a seguir su sueño y darlo todo.
“En primer lugar, quiero que sea feliz y lo mejor que pueda ser. Si lo mejor de ella significa que no lo logra, entonces está bien, siempre y cuando haya hecho todo lo mejor que pueda”, explicó.
“Si Penny decide algún día que quiere ir y ser veterinaria, también está bien, siempre y cuando dé el 100 %”.
Sin embargo, cree que el amor de su hija por las artes escénicas seguirá floreciendo y la impulsará a la fama a medida que crezca.
Nicole dijo: “Alguien le preguntó ayer, ‘¿qué quieres ser cuando seas grande’? Penny respondió: ¡’una estrella de rock’!”.
Polémica en las redes
La idea de presionar a los hijos sobre qué deben estudiar o hacer de su futuro, generó en este caso opiniones encontradas sobre Nicole y Penny.
“¿Por qué no un médico? ¿O un piloto? ¿O un ingeniero? ¿O un conferencista? ¿O un escritor? El mundo tiene más que suficientes ‘celebridades’ sonrientes y chillonas. Las aspiraciones parecen ser tan bajas hoy en día”, criticó una usuaria.
Mientras que marcando otra arista, una persona escribió tajante: “La madre realmente necesita mirar las estadísticas sobre cuántos de estos niños presionados para ser estrellas infantiles tienen problemas luego en la vida”.
“Tengo dos hijas, una de 14 años y la otra de 5 años. Son una personita propia. Yo también tuve sueños pero ni siquiera existen porque decidí tener a mis hijos. ¡Tampoco pongo a mis hijos en ninguna red social y menos los expondría en un periódico! Y mucho menos decidir sobre su futuro”, agregó en la misma línea una mujer.
Por supuesto, hubo comentarios a favor, aunque los menos, como pasa en estos ejemplos. “Se nota que la mamá es dedicada y se preocupa. Hay otros padres que dan tanta libertad que no tienen ni idea de qué hacen sus hijos”.
Y un hombre agregó en la red social: no va a ser la primera vez que un niño sigue el mandato familiar o tiene la misma vocación que su padre. Uno crece viendo lo que pasa en casa”.
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