La vida de Helen Farrell, una joven de 32 años, cambió repentinamente después de tomar una siesta. Es que se despertó sin tener ningún tipo de control sobre su cuerpo.
Por: Clarín
¿Qué le ocurrió a Helen?
Desde hace años, Helen venía sufriendo rigidez y dolores en su cuello. Por eso, los quiroprácticos le habían indicado ejercicios de estiramiento para hacer en casa.
Un día, moviendo la cabeza de lado a lado, sintió un dolor insoportable en la parte posterior. Convencida de que era el comienzo de una migraña, tomó analgésicos aunque la molestia continuó al día siguiente.
Sin embargo, recién después de despertarse de un breve sueño reconoció el daño que eso le había producido, informó The Sun.
La joven, que es cantante profesional y vive en Blackpool, Gran Bretaña, se desgarró una arteria cuando estiraba el cuello, lo que le provocó un derrame cerebral.
“Creo que el accidente cerebrovascular ocurrió cuando mi pareja me despertó al día siguiente de estirarme”, le comentó Helen al Manchester Evening News.
Y detalló: “Tan pronto como me desperté, comenzó un dolor en mi oído -era un sonido fuerte, como un hormigueo, como un silbido. Traté de levantarme pero no podía caminar ni hablar solo estaba arrastrando las palabras y no podía expresar lo que quería decir”.
“Traté de moverme y no podía mover las piernas. Cada vez que me movía, me desviaba, entonces me dijeron que estaba experimentando vértigo. Además estaba sintiendo un dolor muy fuerte en mi oído como un sonido de traqueteo”, agregó.
Como explica The Sun, Helen podía mover bien su brazo izquierdo, pero el derecho se balanceaba de manera descontrolada.
Junto a su pareja se apresuró a ir a Urgencias. Las pruebas a las que se sometió mostraron que se había desgarrado la arteria principal del cuello y había sufrido un derrame cerebral.
Los médicos le explicaron que el desgarro, conocido como disección bilateral de la arteria vertebral, se había producido después de un “masaje en el cuello y ejercicios de estiramiento”, lo que desencadenó un derrame cerebral.
Cuando recuperó su capacidad de hablar, Helen se sintió aliviada. Sin embargo, para su enorme preocupación rápidamente descubrió que el ACV le había robado su voz para cantar.
Cómo siguió su vida
Por esto, Helen se vio obligada a cancelar todos sus conciertos, al menos, hasta el mes de febrero.
“Ahora estoy de vuelta en casa y quiero volver a la normalidad, la gravedad de esto me ha afectado. Cantar es mi forma de vida, pero tengo que cancelar todos mis trabajos y eso después de mucho tiempo sin cantar debido a la pandemia”, contó.
Y sobre cómo se siente, describió con angustia: “Es como si nunca hubiera tomado una lección de canto en mi vida, sueno débil y ‘descontrolada’, todo se ha ido”.
Ahora, su compañero, que es un multiinstrumentista, toca música para ella todos los días y la joven trata de cantar y asegura que puedo ver una pequeña mejoría. Pero hace solo una canción y, admite, se siente cansada y agotada.
“Estoy haciendo todo lo posible para mantenerme positiva. Estoy muy agradecida de poder caminar y hablar ahora, porque era algo que no podía hacer cuando ocurrió el accidente cerebrovascular. Pero, obviamente, me siento preocupada y triste porque no puedo cantar”, concluyó Helen.