La realidad es que nunca hay que criticar a una mujer que no se va, que sigue ahí, aferrada a un mal amor, porque no necesita más críticas que las que le da ese hombre. Lo que necesita son ganas y aliento para levantarse del hoyo.
La infidelidad, se escribe y se dice fácil, pero solo la mujer que ha pasado por un dolor de esa magnitud entiende la rabia que se siente al tragar saliva y recordar los momentos amargos al lado de un hombre. Esta carta es para ella, porque él le fue infiel, le presentó a su amante, la humilló y aún así volvió con él.
Uno no piensa en lo peor, en que un día vas a terminar con el alma rasgada, que vas a llorar una y otra vez, que vas a terminar perdonando. Quién sabe por qué, por falta de amor propio, porque tu dignidad se queda en el suelo o porque no tienes de otra, porque es peor si sigues sola o al menos eso crees.
LE FUE INFIEL, LE PRESENTÓ A SU AMANTE Y LA HUMILLÓ
Estas palabras son para ella, que en estos momentos siente que la vida se le va, que los días se le han llenado de llanto y que no encuentra salida. Para ella, que muchas veces se ha reclamado viéndose en el espejo. Porque se ha sentido fea y poca cosa, porque no dejó de preguntarse por qué él le fue infiel, le presentó a su amante y la humilló.Pero, lo que más le duele, es que aún así volvió con él.
Sí, es fácil para las que no sienten esta dependencia de no quererse ir, para las que no extrañan su calor en la cama, aunque tengan el aroma de su amante. Es fácil para las que saben soltar, porque son independientes, porque no las persiguen miedos y porque creen en ellas.
¿Por qué una mujer se queda aún cuando él le presentó a su amante? Si hay algo con lo que no podemos luchar es con su ego, con su instinto cazador y competitivo, con las ganas de gritarle al mundo que son el mejor hombre. Y, ¿sabes por qué? Porque no encuentran la forma de llenar ese vacío que los persigue desde la infancia.
Una mujer se queda porque se vuelve vulnerable, porque tantas cicatrices la hacen perderse, se olvida de lo bonita que se ve cuando sonríe, de lo valiente que es cuando lo intenta. Y sí, tal vez ahorita se ahogue en llanto, pero va a llegar un momento, el menos pensando en el que va a alzar la mirada y ya no habrá marcha atrás.
Cuando sus cicatrices le recuerden que no volverá al pasado y cuando él intente volver se va a encontrar con la diosa que jamás disfrutará.