La tecnología controla nuestra vida, ahora estamos conectados al 100% y podemos comunicarnos con cualquiera cuándo y dónde queramos.
Sin embargo, hay situaciones en las que el sólo hecho de tomar un teléfono puede poner en riesgo la vida de las personas: el ejemplo más común es cuando se está conduciendo.
Simplemente no podemos esperar a que el coche esté detenido, tenemos que ver quién nos escribió o atender la llamada, lo que demuestra los niveles de ansiedad a los que hemos llegado.
No todos salen ilesos de esa distracción, han habido y siguen ocurriendo casos fatales todos los días.
Probablemente sepas qué es lo que viene a continuación, pero creo que deberías verlo de todas maneras