Venezuela pasa por la peor situación socio-económica de toda su historia, en el país escasea agua, energía, equipos y lo más importante medicinas e insumos médicos.
El venezolano, sin importar clase social, no consigue las medicinas necesarias para sanar o sobrellevar las dolencias que lo aquejan.
Muchos sufrimos en carne propia la falta de algún medicamento recetado, hemos vivido lo que significa ir de farmacia en farmacia recibiendo siempre la misma negativa ante nuestra solicitud.
Hoy queremos que conozcas la historia de la pequeña Shennoa, quien recibió todo el apoyo y amor de su familia ante la terrible escasez que vive nuestro país.
Hoy, no tengo palabras para expresar el dolor y tristeza tan grande que siento.
Se fue al cielo otro angelito más, mi sobrinita Shennoa P. Berroteran. Una que con sus ocurrencias nos hacía reír o molestar jaja. Nunca tuvimos la oportunidad de entender la personalidad de nuestra viejita/joven y esos síntomas que presentaba, para nosotros simplemente eran parte de ella, incluso recibiste Bullying en tu colegio.
Falleció por un tumor cerebral que creció y se formó muy calladito, el cual empezó a presentar síntomas hace 4 meses, cuando la llevaron de emergencia al pediatra por fuertes dolores de cabeza y en donde dieron de manera irresponsable un diagnóstico de migraña, basándose solamente en unos valores altos de colesterol, por lo cual, mi bebé tuvo que hacer dieta y restringirse de comer sus alimentos favoritos.
Recuerdo a mi abuelita queriéndole dar comida escondida y ella decía “no abue, no puedo, estoy en dieta”, mi gordita se esforzó tanto que en pocos meses logro su meta.
El primer síntoma notorio que presentó el tumor, fue 2 días antes de su muerte, fuertes convulsiones. Necesitábamos con emergencia ampollas, que con un gran esfuerzo y trabajo en equipo, conseguimos, gracias a familiares y amigos, entre ellos mi hermano, su tío Jonny Daniel Arias Jurado y su esposa Olymar Duran, movieron cielo y tierra para conseguir las dosis necesarias, aunque sé que por parte de la familia de la mamá de mi sobrinita también se movieron con todo lo que pudieron y consiguieron las dosis de ampollas.
El tumor le ocupó gran parte de su cerebro y estaba ubicado en un lugar muy peligroso, que gracias a mi novio, José Ramón, estudiante de medicina del Vargas, logramos entender todo esto que estaba ocurriendo, estaba ubicado en el tercer ventrículo (comprimiendo el tallo cerebral y el hipotálamo), obstruyendo la salida del líquido cefalorraquídeo, causándole hidrocefalia e hipertensión endrocráneana, por la cual, mi gordita necesitaba con emergencia una derivación (procedimiento para drenar dicho líquido y disminuir la compresión cerebral), cuando lo descubrimos ya era demasiado tarde, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos y hasta más para salvarle la vida a mi princesita.
Estuvo en emergencia de la Policlínica La Arboleda, en donde tuvo a una doctora a la cual ahorita admiro y respeto profundamente (Diana López), nos acompañó y lucho con nosotros, ayudándonos con todo lo que estaba entre sus manos para salvar su vida.
La policlínica no cuenta con terapia intensiva para niños y por ende, la derivación no podía efectuarse allí. Para darle unas horas más de vida y más oportunidad a nosotros de conseguir un centro médico para trasladarla, el neurocirujano de allí, le tuvo que hacer una punción suprocular contando simplemente con sus manos y sin anestesiólogo.
Qué lamentable la situación de nuestro país que no nos dio la oportunidad de trasladarla de inmediato a otra clínica, luego de una noche entera recorriendo clínicas y hospitales pidiendo ayuda para salvarla y suplicar por su vida, la mayoría de las puertas nos la cerraron.
Sin embargo, su papá -mi hermano- Hugo Pirela ( Hydhann Pirela) no perdió las esperanzas y fue a cada centro a buscar ayuda, a suplicar que por favor le salvaran la vida a su hija. ¿Y cuales eran las respuestas? No había terapia intensiva, no había neurocirujanos o simplemente no había enfermeras.
Lo más doloroso fue cuando sin pensarlo dos veces y sabiendo que el Centro Médico Docente de la Trinidad tenía todo para salvarla, nos arriesgamos a ir en ambulancia con la bebé y ni siquiera dejaron pasar la ambulancia al estacionamiento de la institución, hicieron que se devolviera hasta que el seguro no diera la clave.
Luego de largas hora, fue aprobado por el seguro su ingreso, sin embargo, la junta médica, no quiso aceptarla por la gravedad de su condición. Colocándonos trabas totalmente ilógicas, a las cuales teníamos solución, hasta que simplemente nos botaron.
Qué dolor, la doctora de guardia nos trató malísimo, no tuvieron ni un pedacito de corazón para ayudar a una bebé que tenía su vida por delante y hoy simplemente ya no está con nosotros.
¿Y por qué no la aceptaron? Les pareció riesgoso el caso y si es verdad era un reto, pero ¿acaso para eso no se formaron como médicos? ¿para salvar vidas?.
Estábamos dispuestos a vender hasta la ropa que teníamos puesta en ese momento, para salvar su vida, pero a ellos no les pareció suficiente.
Gracias a Dios, conseguimos la mañana siguiente, contra todo pronóstico, el ingreso al Hospital Clínico Universitario de Caracas, en dónde llego directo a Terapia Intensiva.
Allá habían todas las ganas de salvarla, los doctores hicieron todo lo que estaba en sus manos para luchar por su vida.
Sin embargo, la operación arrancó varias horas después de su ingreso, porque faltaban las válvulas de derivación ventrículo peritoneal de alta presión y un conector en Y, materiales claves para realizar la intervención y volvimos a chocar con nuestra situación país; NO HAY, está escaso, desde hace meses no llega.
¿Y ahora? Bueno, peleando contra el destino y las bajas probabilidades de salvarla, buscamos hasta en el último rincón, movimos redes sociales, contamos con la ayuda de amigos y familiares para hacerlo viral y conseguir un alma caritativa que nos ayudara, fuimos más allá de la frontera, nuestro mensaje llegó a varios continentes.
Mi suegra, Celeste Alves, gran médico venezolano y sin conocer a mi sobrina, la tomo como suya y contacto a todos sus colegas al rededor del mundo, buscando ayuda, una de sus colegas, estaba consiguiendo donada las válvulas, y sabía el caso por varios medios de comunicación, al enterarse que era su sobrina se empeñó más en ayudarnos, sin embargo, la operación debía realizarse en los próximos 30 minutos.
El neurocirujano del Clínico, nos facilitó un contacto para conseguir las válvulas “bachaqueadas” y así fue. Mi hermano, su tío Douglas Pirela y su esposa, quien era su madrina, Yaresky García, contactaron a la persona, confiando ciegamente en una mujer que le decía “esto es seguro, no es una trampa, tengo las válvulas” corrieron hacía mi casa, realizaron una transferencia por una alta suma de dinero y corrieron al lugar de encuentro.
En menos de media hora, manejaron a más de 150Km/hr temblando y con el corazón en la boca, como decimos coloquialmente.
Los médicos, antes de entrar al quirófano, nos hablaron con sinceridad, nos aclararon lo riesgo de la operación y nos dieron bajas probabilidades de salvarla incluso con las válvulas.
Pasaron más de 4 horas de operación, cada minuto era una hora, todos rezando, suplicándole a Dios que le diera una oportunidad de vivir, de cumplir sus metas, de volver locos a sus padres en la adolescencia, de hacer todo lo que los niños deberían hacer, ser felices y vivir con plenitud.
Durante la colocación de la segunda válvula, mi bebé tuvo un primer paro cardíaco, pero contra todo pronóstico, logró salir viva de la operación.
No nos cabía la felicidad en el pecho, estábamos inmensamente agradecidos.
Minutos después le dio un segundo paro, llorábamos con desesperación y le preguntábamos a Dios ¿por qué era tan injusto?
Luego de inyectarle adrenalina y hacerle terapia de shock, su corazón volvió a latir, dándonos esperanzas. Nos advirtieron que probablemente no pasaba de esa noche y que no soportaría un tercer paro. Incluso, una enfermera nos asustó diciendo que mi bebé ya tenía muerte cerebral por sus pupilas dilatadas, al rato, nos explicaron que la causa de pupilas dilatadas eran varias y que tuviéramos esperanzas de que presentará señales de vida la mañana siguiente.
Así pues, sobrevivió esa noche, su mami y su papi, pudieron verla y con al alma destrozada en mil pedazos, le dijeron que estaba en las manos de Dios y que si era su hora de partir, fuera con él y le dieron permiso de partir de la mano de mi hermana, su tía Jenny Pirela, quien partió de este mundo hace un año, estoy segura que así fue, su tía la acompaño y guío.
Ahorita las dos están en el cielo, al ladito de Dios. Ya seguro, seguro conoció a su abuelita, mi mamá, que se fue hace ya 14 años. Las tres están en el cielo, felices y cuidándonos.
Dios, le dio la oportunidad de vivir la vida eterna y estar a su lado, de no sufrir.
Con el corazón partido, afirmo que esa fue su voluntad y era un pecado aferrarla a nuestro mundo con altas posibilidades de que su tumor la afectara mucho más, dejándola ciega, con parálisis, sorda o quién sabe.
Siempre te recordaremos como la viejita chiquita más bella y buena gente del mundo. Quien te conoció te quiso desde ese instante, tenías más amigos adultos que tus papas, jeje.
Estuviste rodeada de gente muy buena que te amo y que te amará por siempre.
Mi Shennoa, tienes tres padres que te amaron por sobre todas las cosas. Mi hermano, su prometida, Sairy Johanna Rodriguez Herrera y tu mami. Quienes no durmieron por 4 días por estar a tu lado y lucharon cada segundo.
Tienes tíos que entregaron todo por ti, estos largos días que con tanto dolor, creamos una logística única para hacer todo lo que estaba en nuestras manos por salvarte.
Tu abuelo, mi papá Hugo Pirela y su esposa Eukaris Inciartes, también entregaron todo y buscaron ayuda hasta en el último rincón por ti, ninguno logro “pegar un ojo” pensando y rezando por ti.
Mi novio, José Ramón a quien le decías a tu mami que sería tu médico, no se separó de ti, dio su todo por salvarte también, sus palabras de aliento y esperanzas fueron únicas, logro “chapear” como médico en cada hospital que fuimos pidiendo ayuda, incluso “chapeo” en el clínico para poder entrar de madrugada y mantenernos informados. Tu papi y tu mami, querían que se quedará con ellos toditos los días para que los ayudará a entender esos términos médicos confusos y así fue.
Mi abuelita Ramona, rezo por ti cada segundo desde mi casa, mientras cuidaba a tu hermanito Hydhannmoises Pirela, quién me decía que apenas llegará al colegio golpearía a todos aquellos que te hacían bullying.
Tu abuelita Edelmira,mamá de tu mamá, estuvo ahí al lado de su hija todo el tiempo, la llamabas mamá, recuerdo que repetía que apenas salieras de allí te consentiría el triple, tu tío Heybor, hermano de tu mamá, también estuvo ahí todo el tiempo y luchó a tu lado.
Tus tías, Reina, Jessika, entre otras también. Ninguno de nosotros se apartó de ti, entregamos cuerpo y alma para salvarte.
Mi famila y yo, les agradecemos de todo corazón a todos aquellos que lucharon con nosotros y que a pesar de la ausencia física, estuvieron con mi bebé mediante oraciones y plegarias. Gracias a todas esas personas con corazón que aún existen.
Lamentablemente mi chiquita partió de la tierra y nos dejó un vacío imposible de llenar pero esto será una lección de vida, no solo para nosotros, sino para todos los que lograron leer esta larga historia que vivimos.
Yo, tu tía Yoselyn Pirela, sólo puedo decirte que dejaste una huella en este mundo, le robaste el corazón a quien te conoció.
Te amo y te amaré por siempre. Fuiste y eres una lección de vida. Mi Dios, nos dio la oportunidad de tenerte entre nosotros y aunque te nos fuiste en tan poquitico tiempo, 8 añitos, tu recuerdo permanecerá vivo por siempre. Te amamos mi viejita chiquita.
Gracias por compartir conmigo mi último cumpleaños a tu lado, fue grandioso. Tu fiesta de cumpleaños será en el cielo y tu tía Jenny Pirela y tu abuelita Ofelia, te organizarán algo grandioso, rodeado de ángeles tan bellos y puros como tú.
TE AMAMOS Y TE AMAREMOS POR SIEMPRE SHENNOA.
Isianna Bilotti.
Agradecemos infinitamente a la señora Isianna Bilotti por haber compartido su historia y en nombre de todo el equipo de Caraota Digital reciba nuestras más sentidas condolencias.
CD