Existe un tipo de cucaracha que no pone huevos y que produce una «leche» que los científicos consideran muy saludable.Al parecer, la cucaracha escarabajo del Pacífico —Diploptera punctata, una pequeña especie del tamaño de un grano de café— es nada menos que vivípara, lo que significa que da a luz retoños perfectamente formados y vivos en lugar de incubarlos en el interior de huevos.
Durante su desarrollo, las pequeñas larvas de la minúscula cucaracha se alimentan de una pequeña secreción que se genera en la placenta de la madre. La mayoría de los mamíferos son vivíparos, pero solo un puñado de insectos pueden presumir de esta característica.
Conocedores de un hecho tan maravilloso, un grupo de biólogos del Instituto de Biología de las Células Madre y Medicina Regenerativa de India ha decidido investigar si los cristales de proteína de leche detectados guardaban similitud con alguna de las sustancias que se encuentran en la leche humana o de vaca. Y lo que han descubierto es una sustancia increíblemente rica en proteínas que contiene tres veces más calorías que la leche de búfala. Además de su elevado valor proteico, el líquido también ha demostrado ser increíblemente estable y contar con un mecanismo para la liberación controlada de nutrientes. Debido a ello, los investigadores creen que si se consigue sintetizar con éxito, la leche de cucaracha podría convertirse en uno de los alimentos más nutritivos y sostenibles del futuro.
«Los cristales son como una comida completa: tienen proteínas, grasas y azúcares. Si te fijas en las secuencias de proteínas, también disponen de todos los aminoácidos esenciales», ha comentado en declaraciones al Times of India Sanchari Banerjee, coautor del estudio que ha sido recientemente publicado por la Unión Internacional de Cristalografía.
Los investigadores creen que si se consigue sintetizar con éxito, la leche de cucaracha podría convertirse en uno de los alimentos más nutritivos y sostenibles del futuro.
Banerjee y sus colegas han logrado secuenciar la leche de la cucaracha escarabajo del Pacífico, cuyas propiedades nutritivas se deben a unas lipoproteínas fijadoras a las que se conoce como cristales Lili-Mip. Para conseguirlo, el equipo ha necesitado primero extraer delicadamente el líquido del estómago medio de los embriones en desarrollo. El procedimiento para obtener la leche duró 54 días y se llevó a cabo en un laboratorio.
Obviamente, intentar obtener grandes cantidades de esta sustancia no es factible. Pero una vez descifrada la secuencia genética de la proteína, los investigadores confían en poder sintetizar cantidades mayores de leche de cucaracha. En realidad se trata de un lácteo que no solo podría ser una fuente útil de ácidos grasos y calorías para personas que sufren desnutrición, sino que además podría resultar beneficioso para el medioambiente.
Desde las ubres de la vaca a tu nevera, la leche tradicional normalmente provoca una huella de carbono no precisamente insignificante. Según un estudio solicitado por el Centro de Innovación Láctea de Estados Unidos, la leche de vaca sería la responsable del dos por ciento del total de emisiones de gases de efecto invernadero del país, con alrededor de 2.112 centímetros cúbicos por litro. A nivel mundial, la industria láctea es responsable del 4 por ciento de las emisiones de carbono.
Por otra parte, para las personas veganas las alternativas basadas en sustancias extraídas de plantas no son mucho mejores. La leche de avellana, por ejemplo, que básicamente es un desecho aguado del fruto seco, requiere gran cantidad de agua para su producción. El Soylent, que se anuncia como la comida del futuro, se enfrenta todavía a miles de obstáculos; el primero y posiblemente el más difícil de superar sería que a la gente disfruta comiendo comida de verdad.
“Es un alimento de beneficios paulatinos. Si buscas un alimento alto en calorías, completo y de liberación lenta, no busques más. Esto es lo que necesitas”
¿Se convertirá la leche de cucaracha en la panacea para el hambre y la sostenibilidad? Para ello sería necesario que la gente superara su aversión al consumo de un producto que proviene de los insectos. Aun así, los tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, y si los científicos se están limitando a reproducir los cristales que se encuentran en la leche de cucaracha, ¿será realmente lo mismo?
«Los cristales son muy estables. Pueden convertirse en un formidable suplemento proteico», afirmó Subramanian Ramaswamy, uno de los autores del estudio. «Es un alimento de beneficios paulatinos. Si buscas un alimento alto en calorías, completo y de liberación lenta, no busques más. Esto es lo que necesitas», concluye el científico.
Fuente: infobae