El volante que alerta a los conductores fatigados.
La Universidad de Aveiro desarrolla unos sensores que realizan un electrocardiograma de la persona que va conduciendo
La fatiga es uno de los grandes peligros al volante. Según datos de la DGT, entre un 20 y un 30% de los accidentes de tráfico está relacionado con los problemas derivados del cansancio. Se trata de una cifra elevada, teniendo en cuenta que la mayoría de los conductores ha experimentado un episodio de fatiga. Con el objetivo de disminuir las estadísticas, un equipo de investigación de la Universidad de Aveiro (Portugal) ha desarrollado una funda de volante que «conecta» con la piel del conductor, supervisando los signos vitales del conductor y avisando, en caso de fatiga, que es hora de parar y descansar.
La principal innovación es que los sensores, a modo de electrodos, se han integrado manteniendo el aspecto, la flexibilidad y el tacto del tejido de un volante convencional. Esto se ha conseguido gracias al uso de grafeno, material que destaca por su conductividad y que cubre todo el mando del vehículo.
Dichos dispositivos electrónicos registran la respuesta galvánica de la piel con tan sólo el contacto de las manos, indicando el estado psicológico y fisiológico de los individuos, así como posibles alteraciones relacionadas con los patrones del comportamiento humano. El sistema ofrece la información en tiempo real, gracias a algoritmos creados por el Instituto Superior Técnico y de Telecomunicaciones de Lisboa.
Helena Alves, responsable del equipo de investigación de la UA, explica que «el prototipo transmite los datos vía bluetooth, lo que permite la emisión de notificaciones, por ejemplo, para un teléfono móvil o smartwatch». La coordinadora del proyecto prevé que, en un futuro próximo, «será posible converger en escenarios en los que el sistema está conectado directamente al vehículo y es el propio ordenador de a bordo el que presente las notificaciones o altere el comportamiento del mismo.
«El estrés es efectivamente un peligro potencial en la carretera. Sin embargo, los principales riesgos que se pretenden prevenir con este trabajo son las distracciones y, en especial, la fatiga al volante «, detalla la investigadora.
En este sentido, «los sistemas que contribuyan a evaluar el estado de los conductores, en lo que se refiere al cansancio y otros parámetros biomédicos, pueden tener un gran valor añadido en seguridad vial». A estos sistemas, destaca Alves, «se pueden acoplar otras medidas de seguridad adicionales, tales como feedback en forma de audio o vibraciones para recuperar la atención del conductor o incluso provocar la inmovilización del vehículo«.
El componente electrónico que analiza la señal que recoge el grafeno ya se puede adquirir «online», informa Efe. El objetivo a medio plazo es comercializar el producto, según Helena Alves, mediante, por ejemplo, algún acuerdo con empresas relacionadas con el sector de la automoción. Muchas empresas tanto de Portugal como de terceros países ya se han puesto en contacto para interesarse por esta tecnología, concluyó la científica lusa. reseña el mundo