En vivo: El eclipse solar total en su recorrido por Sudamérica

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Los residentes de la región meridional de Sudamérica pueden disfrutar este martes de un eclipse solar total, que ocurre cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, ocultando por completo al astro rey.

Esta vez, solo una pequeña parte de la Tierra experimentará la totalidad del eclipse, que recorrerá el Pacífico Sur y partes de Sudamérica. Para los observadores mejor situados el fenómeno astronómico tendrá una duración de 4 minutos y 33 segundos.

El Servicio Nacional de Turismo de Chile (Sernatur) informó de que unas 400.000 personas han acudido a las regiones de Coquimbo y Atacama, en el norte de Chile, para ver el eclipse solar, esperándose ingresos por unos 400 millones de dólares por este concepto.

No obstante, el fenómeno también gozará de una amplia cobertura en otras zonas, como en la propia capital, Santiago, donde se podrá observar el eclipse con una sombra del 92 % en el Sol.

En el Cerro San Cristóbal, una pequeña montaña que se encuentra en una zona céntrica de Santiago, y el Cerro Calán, más al oriente, donde opera un observatorio astronómico de la Universidad de Chile, se ha concentrado un bien número de personas para ver el eclipse.

De Chile, el eclipse pasará a Argentina por las provincias de San Juan, La Rioja, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires para terminar a las 20.43 GMT en la ciudad de Chacomús, ya en el océano Atlántico.

El eclipse será visible de manera parcial en países como Paraguay, Uruguay, Perú y Brasil.

En cada lugar el tiempo que la Luna oculte el Sol será variable y el máximo se producirá a unos mil kilómetros de la chilena isla de Pascua, donde la duración esperada es de 4 minutos y 32,8 segundos.

En localidades como La Serena (Chile) la duración de la totalidad será de 2 minutos y 15 segundos; mientras en las argentinas de Río Cuarto y Junín podrá verse durante 1 minuto y 58 segundos, y 2 minutos respectivamente.

La velocidad promedio de la sombra de la Luna cruzando Sudamérica será de 2.735 kilómetros por hora, lo que supone 2,5 veces más rápido que un jet supersónico.