En una calle tranquila de Brixton, suburbio a la moda en el sur de Londres conocido por su diversidad étnica, Kristian Robertson busca un lugar para aparcar su camioneta, en cuyo interior hay un salón de peluquería completo con servicio ambulante.
Desde hace poco más de un año, trabaja para Trim-it, una start-up que propone cortes de pelo para una clientela afrocaribeña en la parte trasera de estos vehículos totalmente equipados.
«Cuando vienen por primera vez, los clientes siempre se sorprenden», explica este joven de 25 años y barba perfectamente cortada. Abre la puerta trasera de su peluquería y quedan a la vista un brillante sillón de barbero, un gran espejo, un secador y cajones repletos de tijeras, rasuradoras eléctricas y productos para el cabello.
Kris tiene de media una decena de clientes al día, que reservan al menos con una semana de antelación mediante una aplicación móvil.
Hacerse un determinado corte de pelo es para muchos jóvenes de la comunidad afrocaribeña de Londres una forma de expresar su identidad, explica el primer cliente del día, Micah Henry, de 24 años.
Y esto «es realmente lo más práctico para cortarse el pelo, es el mejor precio, el mejor servicio y la mejor calidad», agrega.
Los célebres «barber shops» de Londres son conocidos por ofrecer un ambiente relajado y convivial, un lugar para encontrarse entre amigos, generalmente masculinos. Pero Micah prefiere este cara a cara con un peluquero personal. «Es más íntimo, uno puede realmente entablar una relación con su peluquero», subraya.
– «Tu peluquero como terapeuta» –
El fundador de la start up, Darren Tenkorang, de 24 años, que llega en ese momento, agrega: «Este salón ambulante intensifica esa relación porque ofrece un contacto personal que te permite utilizar a tu peluquero como un terapeuta».
Pero los clientes pueden también venir con amigos o dejar la puerta de la camioneta abierta, lo que inmediatamente provoca preguntas de los curiosos.
De padres ghaneses, Darren pasó su infancia en los «barber shops» de Brixton con su padre, de donde guarda el recuerdo de largas esperas y peluqueros distraídos por los partidos de fútbol. Ahora puede ofrecer un servicio más adaptado a los jóvenes de hoy en día, que no quieren perder el tiempo.
La idea es simple: poder reservar un corte de pelo en el lugar que uno quiera, su casa, su trabajo o a la salida del gimnasio. El corte cuesta 22,50 libras (25 euros) y un abono mensual de cuatro cortes 70 libras (80 euros).
La mayoría de clientes son masculinos, aunque el servicio está abierto a ambos sexos y algunas mujeres optan también por este particular salón.
La start-up, que fue lanzada en febrero de 2018 con la primera camioneta-peluquería, emplea actualmente a nueve personas y tiene cinco salones sobre ruedas que cubren casi todo Londres.
«Estoy realmente sorprendido de ver hasta qué punto ha despegado», reconoce su joven fundador que afirma tener ya beneficios y ve el futuro color de rosa: «Queremos crecer rápidamente y lanzar a la carretera más camionetas», con la ambición de conquistar la capital y, después, todo Reino Unido. AFP