Un empresario jubilado de 83 años, Larry Kingsley, se convirtió en artista urbano al retirarse del mundo de los negocios, y ahora toca la trompeta en las calles y plazas públicas. Según comentó a la cadena CBS, todo el dinero que gana como músico lo dona a proyectos de investigación del alzhéimer.
Kingsley relató que su esposa, Georgeanne, con quien estuvo casado durante 23 años, fue diagnosticada con alzhéimer en el año 2020, por lo que él comenzó a buscar nuevas formas de interactuar y pasar tiempo de calidad con su pareja.
Tras pensar cuál sería la mejor forma de hacerlo, decidió desempolvar su vieja trompeta, instrumento que tocó en la escuela y cuando sirvió en la Fuerza Aérea en la década de 1960, y comenzó a practicar hasta recuperar sus habilidades como músico.
What would compel an 83-year-old retired businessman to become a street performer, playing for spare change and bills dropped in a bucket?
It's just three factors, according to Larry Kingsley: Love, loss and purpose. https://t.co/Iey8znGbVu
— CBS News (@CBSNews) July 1, 2023
Una vez se sintió con la confianza de tocar frente a desconocidos, el exempresario comenzó a salir tres veces por semana con su esposa para tocar en la calle. Georgeanne, recordó, no siempre entendía por qué tocaba en las aceras y a veces pensaba que estaba mendigando, por lo que le gritaba que buscara un empleo real.
Cuando enviudó, en agosto del 2022, el trompetista se sintió más motivado para tocar, por lo que comenzó a dar conciertos callejeros seis veces por semana. Según señaló, todo el dinero que ha recolectado, unos 15.000 dólares hasta el momento, lo ha donado a asociaciones que investigan el alzhéimer.
Kingsley aseguró que está decidido a marcar una diferencia y ayudar a los científicos a encontrar una cura para el trastorno neurodegenerativo que aquejó a su esposa, y señaló que continuará tocando «hasta que la enfermedad sea solo un recuerdo». CBS News