¡Polémica! El Vaticano dice que se puede ser “virgen” después de tener sexo

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Tener sexo no será un impedimento para quienes deseen formar parte de las denominadas “vírgenes consagradas”, mujeres que deciden vivir en castidad perpetua y dedicar sus servicios al Reino de los Cielos.

La medida se desprende de la instrucción ‘Ecclesiae Sponsae Imago’ sobre ‘el Ordo virginum’ (el Orden de las vírgenes), que fue elaborada por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y aprobada por el papa Francisco el pasado 8 de junio.

Aunque la instrucción fue publicada por la prensa del Vaticano el pasado 4 de julio, ha tomado mayor notoriedad recientemente, luego que la Asociación Estadounidense de Vírgenes Consagradas expresara su rechazo a la medida.

Esa organización se queja, en particular, del artículo 88 de la instrucción, que reza: “Se tendrá presente que la llamada a dar testimonio del amor virginal, esponsal y fecundo de la Iglesia a Cristo, no se reduce al signo de la integridad física” y que “haber guardado el cuerpo en perfecta continencia o haber vivido ejemplarmente la virtud de la castidad, aunque es de gran importancia en orden al discernimiento, no constituye requisito determinante en ausencia del cual sea imposible admitir a la consagración”.

El mismo apartado señala que “el discernimiento exige, por tanto, mucha discreción y cautela y debe hacerse individualmente”. Además, “cada aspirante y candidata es llamada a examinar la propia vocación con respecto a su propia historia personal, con veracidad y autenticidad delante de Dios, y con la ayuda de un acompañamiento espiritual”.

En un extenso comunicado, la organización estadounidense señala que ese artículo parece indicar “que la virginidad corporal, si bien es importante, no es un requisito previo esencial para ser admitida en el ‘Ordo virginum’” y, por ello, expresan su descontento.