El café, las paltas o aguacates y los anacardos, también conocidos como de cajú, son cultivos importantes para muchos agricultores en zonas tropicales de todo el mundo, además de ser productos muy apreciados para los consumidores. El cambio climático está alterando las condiciones de temperatura y humedad en las zonas de mayor producción de estos cultivos y, en un futuro muy cercano, obligarán a desplazar las plantaciones a regiones o altitudes que mantengan el estado óptimo para esta agricultura.
Por: Clarín
Un estudio científico suizo cuyos resultados se publicaron días atrás en la revista PLOS One muestra modelos y previsiones sobre los efectos del cambio climático en las principales áreas de cultivo de estos tres vegetales de gran producción.
El café es el más importante, con unos ingresos previstos de 460.000 millones de dólares en 2022 , mientras que las cifras para el aguacate y el marañón son, respectivamente, de 13.000 millones de dólares y 6.000 millones de dólares. Mientras que el café sirve principalmente como una bebida estimulante, los aguacates y los anacardos son cultivos alimentarios ampliamente consumidos que son ricos en aceites vegetales monoinsaturados y otros nutrientes beneficiosos .
Resumir los resultados de esta investigación no es fácil porque el impacto variará mucho en cada uno de los productos estudiados (café -en la variedad Coffea arabica-, anacardos y aguacates) y las zonas de producción. De forma genérica, los autores indican que, si se quiere mantener o aumentar la producción, las áreas de cultivo tendrán que desplazarse de forma notable.
Los responsables de este trabajo apuntan que con el cambio climático disminuirán, por ejemplo, las zonas óptimas para el cultivo del café en Colombia, Brasil, Vietnam e Indonesia.
Hasta ahora, ningún estudio científico de prestigio ha dicho hasta ahora que los cafetales tengan los días contados. Tampoco el nuevo estudio habla de extinción del café. Que esto quede claro. Lo que sí que es cierto, afirma el estudio- es que el cambio climático está modificando las condiciones al algunas zonas de cultivo de este producto.
Con las temperaturas y niveles de humedad establecidos con el cambio climático, algunas zonas están dejando de ser óptimas para el cultivo del café (y de otros productos, insistimos), mientras que otras regiones o altitudes se convierten en refugios para estos mismos cultivos arbustivos.
El estudio que se presenta ahora, encabezado por Roman Grüter, investigador de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zurich (Suiza), combina proyecciones de cambio climático y factores del suelo para modelar computacionalmente y predecir qué tan adecuadas serán las diferentes regiones del mundo para cultivar café, anacardos y aguacates en 2050. En concreto se han puesto a prueba 14 modelos climáticos globales bajo tres diferentes escenarios de emisiones futuras, además de incorporar datos calidad de las tierras de cultivo (como el pH, la textura y la pendiente).
El análisis predice que algunas regiones serán más adecuadas y otras menos adecuadas para cada cultivo. El café es el más susceptible de los tres, con disminuciones previstas en la idoneidad en todas las principales regiones productoras, incluidos Brasil, Vietnam, Indonesia y Colombia. Para los anacardos, se pronostica que las regiones altamente aptas disminuirán en algunos de los principales países productores, incluidos India, Costa de Marfil y Benin. Las áreas aptas para aguacates también disminuirán para algunos de los principales productores, como República Dominicana, Perú e Indonesia.
Mientras tanto, las áreas aptas para los tres cultivos pueden expandirse en altitudes y latitudes más altas, especialmente para los anacardos y los aguacates. Las áreas con mayor idoneidad para el futuro se encuentran en regiones como Estados Unidos, Argentina, China y África Oriental.
“Estos hallazgos sugieren la necesidad de adaptaciones al cambio climático en los principales países productores, como el mejoramiento de variedades adaptadas a temperaturas más altas o sequías. También se necesitarán estrategias para mitigar el impacto ambiental de cualquier expansión a nuevas ubicaciones”, exponen los responsables de la investigación.
Todo esto hace parecer probable que, independientemente de las medidas de mitigación que se adopten, muchos cultivos tropicales empiecen a ser más escasos y, por lo tanto, más caros en el futuro. Y en el caso del café, podría incluso pasar de ser una bebida económica de todos los días a algo más suntuoso para ser degustado en ocasiones especiales, como por ejemplo un buen vino.
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