El curioso motivo por el que las ventanas de los aviones son redondas

Teniendo en cuenta la altura y la velocidad a la que nos movemos cuando viajamos en avión, es lógico que se cuide la seguridad hasta el último detalle. Los materiales de fabricación, la ubicación de los asientos de los pasajeros, el protocolo a seguir en caso de emergencia… todo está previsto para evitar accidentes o minimizar los daños en caso de que se produzcan. Las ventanillas no son una excepción. Quizá te hayas fijado en que son redondas; y esto también está relacionado con la seguridad.

El blog Travel and Leisure relata el proceso que condujo al diseño con el que hoy estamos completamente familiarizados. Originalmente, las ventanas de los aviones eran rectangulares; y por desgracia, el necesario cambio se llevó a cabo después de dos graves siniestros. En 1954, un avión Roma – Londres con 35 personas a bordo se precipitó al mar Mediterráneo; y pocos meses después sucedió algo similar durante un vuelo entre Londres y Johannesburgo. Las dos aeronaves tenían ventanillas con forma rectangular.

Elevar la altura a la que pueden volar los aviones de pasajeros tiene una serie de ventajas, como evitar turbulencias o ahorrar combustible. Por otra parte, también hizo preciso presurizar las cabinas para adaptarlas al cambio de atmósfera. Por eso son cilíndricas: cuando la nave asciende y recibe estrés, éste se reparte por todo su cuerpo gracias a esa forma. Sin embargo, la presencia de las ventanillas interrumpe ese flujo y es entonces cuando el peligro aparece.

Si son rectangulares, la presión puede concentrarse en las esquinas y hacer estallar el vidrio; mientras que si son redondeadas, el reparto del estrés mantiene cierto equilibrio. Esto se descubrió gracias a las investigaciones abiertas tras los dos accidentes mencionados. Como probablemente hayas escuchado alguna vez, el diminuto agujero que hay en las ventanillas también tiene como objetivo regular el balance entre la presión que hay en el interior y el exterior de la cabina.

Fuente: ABC.es