Diez razones por las que las celebrities son adictas al agua de coco

Esta bebida tropical se ha convertido en la nueva fuente de juventud de los famosos

En los últimos tiempos, las redes sociales se han llenado de selfies y publicaciones de modelos y actores bebiendo agua de coco, la nueva fuente de la juventud. Y es que sus múltiples beneficios beauty han cautivado a Gisèle Bündchen, Alessandra Ambrossio, Jennifer Aniston, Katy Perry o Miranda Kerr. Pero antes que ellas, Madonna, toda una visionaria, ya había descubierto sus bondades como elixir de belleza. La «ambición rubia» se convirtió en una adicta declarada de Vita Coco y Giles, el fundador de esta firma, se enteró y le propuso asociarse con él. Así lo hizo, arrastrando también a Demi Moore, Matthew McConaughey y Rihanna. ¿Qué tiene el agua de coco para que conquiste a todos? He aquí los beneficios de lo que en Hawai se conoce como «Rocío del Cielo».

 

  1. Es baja en calorías. Con tan solo 46 calorías por vaso, prácticamente libre de grasa y una quinta parte menos de azúcar que otros zumos de frutas como el de manzana o uva, se coloca en un lugar privilegiado en la lista de las bebidas naturales preferidas de las celebrities cuando se trata de mantener la báscula a raya.

 

  1. Hidrata. Y ese es el motivo por el que la consume la modelo brasileña Alessandra Ambrossio, según ha confesado durante su reciente visita a España. Asegura que el agua de coco forma parte de su dieta saludable, a base de frutas y verduras, y la toma para apagar la sed e hidratar su piel. No en vano, esta bebida tropical es rica en electrolitos esenciales, responsables del equilibrio del agua y el pH de la sangre.

 

  1. Repone más sales minerales que una bebida isotónica. Un estudio reciente presentado por la Sociedad Americana de Química (http://pubs.acs.org/), concluye que el agua de coco aporta más líquidos y más magnesio, calcio, sodio y fósforo, que las típica bebidas para reponerse tras la práctica deportiva. Y, además, contiene cinco veces más potasio. De ahí que el tenista profesional de origen norteamericano John Isner, conocido por haber ganado el partido más largo de la historia de Wimbledon al francés Nicolas Mahut (duró 11 horas), lograra mantenerse con energía y evitara la insolación durante el torneo. Él mismo declaró en su día que lo consiguió gracias a beber agua de coco mezclada con sal de mar, durante los descansos del juego.

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