Ella, sintiéndose mal, se quedó dormida en su cama la noche anterior al Día del Padre. Por la mañana, su familia no tendría motivo alguno para festejar, sino todo lo contrario: la encontraron inconsciente, no podían despertarla.
Por: Clarín
Una mujer de Reino Unido pensó que sufría de un simple resfrío y se fue a acostar sin saber que su vida no sería la misma desde entonces: terminó internada en el hospital con una enfermedad grave y perdió gran parte de su memoria.
Claire Muffett-Reece tiene 43 años, es periodista y vive con su esposo Scott y sus dos hijos pequeños en el condado inglés de Essex. En junio de 2021, según explicó la protagonista de esta historia, comenzó a experimentar síntomas parecidos a lo que ella definió como un resfriado común. Además, estaba aletargada.?
El 19 de ese mes, la británica se durmió temprano. “A la mañana siguiente, Scott intentó despertarme, pero no me moví. Me llevaron en ambulancia al Hospital Broomfield de Chelmsford, donde padecí convulsiones. Me conectaron a un respirador”, relató en un artículo escrito por ella en el diario The Sun.
Conectada al aparato, la paciente aún seguía con convulsiones. Tras una semana, los médicos resolvieron trasladarla al Royal London Hospital con el objetivo de recibir ayuda especializada.
La enfermedad
Una vez que arribó al centro de salud, fue a sometida a una batería de exámenes. Al principio, los expertos supusieron que ella tenía sangrado en el cerebro. Pese a que esto último se descartó, su diagnóstico no fue bueno.
“Los neurólogos confirmaron que mi cerebro se encontraba inflamado debido a una encefalitis, probablemente causada por un virus que me había infectado. A Scott y a mis padres les dijeron que se prepararan para lo peor”, aseguró.
La encefalitis es una enfermedad “poco común”, aunque “muy seria”, informó el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por su sigla en inglés) en su sitio web. “Puede poner en peligro la vida y requiere tratamiento urgente en el hospital. Cualquiera puede verse afectado, pero los más jóvenes y los mayores son los que corren más riesgo”, aclararon.
“La encefalitis comienza a veces con síntomas similares a los de la gripe. Los síntomas más graves aparecen a lo largo de horas, días o semanas, e incluyen: confusión o desorientación, convulsiones o ataques, cambios de personalidad y comportamiento, dificultad para hablar, debilidad o pérdida de movimiento en algunas partes del cuerpo y pérdida de conciencia”, agregó la entidad. Con respecto a las causas de esta enfermedad, aseveró, no están claras.
“Podría ser causada por infecciones víricas, como el virus del herpes simple o varicela; un problema con el sistema inmune, que ataca por error al cerebro provocando su inflamación; o infecciones bacterianas o fúngicas. Algunos tipos de encefalitis son transmitidos por mosquitos (como la encefalitis japonesa), garrapatas (como la encefalitis transmitida por garrapatas) y mamíferos (como la rabia). No se puede contraer la encefalitis de otra persona”, afirmó el NHS.
Muffett-Reece pasó 16 noches en terapia intensiva, conectada al soporte vital. Afortunadamente, sobrevivió. Y un cóctel de medicación logró contener sus constantes convulsiones.
Durante el lapso en el cual permaneció en el hospital, cinco semanas en total, sufrió alucinaciones intensas. “Alucinaba, bastante delirante en esa etapa, lo que es bastante normal si has estado conectado a un respirador. Ahora hay que reírse de ello, le decía a cualquiera que quisiera escuchar que Phil Collins era mi primo… Obviamente no lo es. Pensé que había avispas en el techo o que las moscas se metían en mis oídos. Fue muy extraño”, declaró en una entrevista del programa Steph’s Packed Lunch del canal local Channel 4.
20 años de recuerdos borrados
Uno de aquellos días, su familia obtuvo indicios de que algo no andaba bien con su memoria: “Una de las primeras cosas que pregunté fue: “¿Cómo están nuestros gatos?”. Me contestaron que fallecieron (uno de ellos muchos años atrás y el otro una semana antes de que yo enfermara). A partir de ahí, quedó claro que se me habían desvanecido unos 20 años de recuerdos”, sostuvo en The Sun.
La mujer reconocía a su esposo y ambos hijos, aunque no se acordaba de haber dado a luz, su casamiento, fechas de cumpleaños, y gustos personales de ellos, entre otras cosas. Al mirarse al espejo, tampoco recordaba algunas arrugas que tenía.
Por otro lado, la pandemia de Covid, los atentados del 9/11 en Nueva York y los del 7/7 en Londres se habían borrado por completo de su memoria. “Fue aterrador descubrir acontecimientos que cambiaron el mundo y que no podía recordar”, comentó.
“Los neurólogos me explicaron que la pérdida de memoria era un efecto secundario habitual de la encefalitis, y que no existía garantía de que la recuperaría”, añadió.
Al poco tiempo de salir del centro médico, no podía caminar más que unos pocos pasos. Se sentía débil: su marido debía ayudarla a bañarse y vestirse. “Me sentía impotente y confundida cuando mi familia confirmó que estaba más irascible de lo normal, lo cual era un efecto secundario de mi lesión cerebral”, expresó.
La recuperación
En la actualidad se encuentra mejor, pero todavía no se recuperó al 100%. Su memoria a corto plazo es mala y “rara vez” duerme la noche entera. “Me despierto con dolores en los nervios y picores. Me despedí del carné de conducir por dos años y no puedo cocinar sola por si me da una convulsión”, indicó.
Muffett-Reece retomó su trabajo de periodista: “Mi carrera está volviendo a empezar poco a poco, y fue un alivio darme cuenta de que no me olvidé cómo escribir cuando entrevisté a algunas celebridades, ¡aunque tuviera que buscar en Google quiénes eran!”
La madre de dos hijos se mostró con optimismo sobre su estado: “En cuanto a mis recuerdos perdidos, todavía hay una mínima posibilidad de que retornen, pero si no, tendré que crear muchos nuevos y felices”.
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