Tus oídos también necesitan ser limpiados ocasionalmente, sin embargo, existe una peligrosa costumbre de hacerlo introduciendo hisopos u otros objetos, lo que además de ser peligroso, logra el efecto contrario. Descubre cómo limpiarte los oídos correctamente.
Aunque a muchos les parece repugnante, la cera es un proceso totalmente natural que realiza el oído para limpiarse y mantenerse sano, ya que protege su interior de líquidos y suciedades que puedan causar una infección, además de prevenir que el canal auditivo se reseque.
Sin embargo, a veces el oído puede generar un exceso de cera que disminuye nuestra audición y genera molestias, para ello se puede realizar una limpieza de formas naturales para retirarlo.
1.- Aceite de oliva o almendras
Una opción sencilla y natural para limpiar tus oídos es usar alguno de estos aceites. Primero debes calentar el aceite a una temperatura corporal, luego, con la ayuda de un gotero, añade varias gotas a la parte interna del oído, para ello debes acostarte de lado para que no se derrame el aceite.
Entre 5 y 10 minutos serán suficientes con el aceite dentro de la oreja para suavizar el exceso de cera. Este recurso, a pesar de ser efectivo, necesita repetirse tres veces al día durante tres o cuatro días para surtir el efecto completo.
2.- Agua oxigenada
El peróxido de hidrógeno es una buena forma de limpiarlos, de hecho, las gotas especiales para los oídos contienen este componente. Solo debes mezcla media taza de agua tibia con la misma cantidad de agua oxigenada.
Ya estando acostado, introduce con un gotero varias gotas de esta mezcla y permanece 5 minutos a la espera. Luego solo voltéate y déjalo salir, también puedes usar aceite de bebé en vez de peróxido de hidrogeno.
3.- Irrigación
Esta forma es quizás la más dolorosa e incómoda de la lista, ya que se hace con una jeringa –sin aguja- llena de agua, que se introduce al oído para que por medio de la presión de un chorro de agua se retire la acumulación de cera.
Paño
Si tu intención es solamente limpiar la acumulación de cera que está a la vista, un suave paño con agua y jabón será suficiente para lograr tu cometido. De la misma forma que limpiarías otra parte del cuerpo, un paño sirve para retirar esa cera externa que no quieres que nadie vea.
Acudir al médico
Si tu oído está lo suficientemente tapado como para generar dolor y bastante dificultad para escuchar, lo mejor es dirigirte a un médico especialista que te haga una revisión, ya después él te recetará algún medicamento necesario o limpiará tu canal auditivo.
Qué no hacer:
Hisopos o bastoncillos
Seguramente es lo primero que se te viene a la mente cuando deseas limpiar tus oídos, sin embargo, los hisopos no están hechos para esa función, y hasta los fabricantes lo especifican y ponen una advertencia de “no insertar en los oídos”.
Al usar hisopos para esto, lo que haces es introducir aún más la cera hacia la parte interna del oído, tapando el canal auditivo con cera que además, al haber estado en el exterior del oído, pudo haber adquirido bacterias, por lo que corres el riesgo de una infección.
Velas
Aunque parece ilógico, una solución casera y hasta comercializada es encender una vela mientras el otro extremo está puesto dentro de la oreja para eliminar la cera e impurezas. Sin embargo, los doctores aseguran que esto solo ensuciará aún más los oídos con restos de cera y puede ser peligroso debido a una quemada.
Otras contraindicaciones
Si tienes el tímpano perforado o la persona es menor a 12 años de edad, para nada intentes usar algún remedio casero como los dados anteriormente, ya que en esas condiciones sería severamente peligroso. reseña culturizando