El aluminio es uno de los metales del bloque p de la tabla periódica, ubicado junto a los metaloides o semimetales. Es un elemento con tendencia a ser blando y presenta un punto de fusión bajo (933,47 grados Kelvin o 661,32 grados Celsius).
El punto de ebullición del aluminio es de 2792 grados Kelvin o de 2519,85 grados celsius o grados centígrados.
El aluminio puede activar ciertos puntos biológicos donde se genera el dolor y modificarlos hasta aliviarlos. De esta manera se puede eliminar cualquier dolor que hayamos sufrido durante un período prolongado.
El investigador ruso A.V. Skvortsov sugiere que en el cuerpo humano hay un nucleo celular que interactua directamente con el campo magnético de la tierra. Cuando este campo se deforma impide la nutrición celular. Al colocar papel aluminio en la zona afectada, la lámina refleja el campo primario de la Tierra y aumenta su efecto positivo al actuar como una especie de lupa. Además, evita la penetración de la radiación inarmónica externa en el cuerpo humano.
Es así que el papel aluminio que utilizamos en la cocina puede ayudarnos con dolores en los músculos, en los huesos, en el cuello, en las articulaciones, torceduras, los causados por artritis e inclusive los que sean consecuencia de una intervención quirúrgica. Ha resultado beneficioso en personas que sufren de gota, ciática o reumatismo.
Es sorprendente lo rápido y efectivo que resulta este tratamiento. Solamente debes cortar un trozo de papel aluminio lo suficientemente largo como para vendar la zona afectada, repitiendo el procedimiento por al menos 12 días continuos. Se recomienda colocarlo en las noches y mientras dormimos, para lograr que el papel envuelva durante unas 10-12 horas. Después que pasen 12 días con esta rutina, esperar 10 días y repetir el tratamiento de ser necesario.
Fuente: http://chicasconestilo.com