Los gatos y los perros, cuya carne es consumida por algunos chinos, han sido excluidos por primera vez de una lista oficial de animales comestibles que debe ser objeto de una reglamentación.
El texto, sometido a comentarios hasta el 8 de mayo, fue publicado el miércoles por el ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales y enumera los animales que pueden ser criados para su carne, su piel o con fines médicos, excluyendo perros y gatos.
El consumo de esas mascotas es legal, pero es extremadamente minoritario y suscita una creciente oposición. «Es la primera vez que el gobierno chino dice que los gatos y los perros son mascotas y no están destinados al consumo«, dijo el jueves en un comunicado la asociación estadounidense Human Society International (HSI).
Esta decisión se produce tras la prohibición en febrero del comercio y el consumo de animales salvajes, una práctica sospechosa en la propagación del nuevo coronavirus.
El comercio de animales silvestres también había sido prohibido durante la crisis del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) en 2002-2003, un coronavirus cuya transmisión también se había relacionado con el consumo de animales salvajes. Sin embargo superada aquella epidemia el comercio se había reanudado rápidamente.