Simón Carrillo, el venezolano asesinado en una discoteca gay este fin de semana en Orlando (EEUU), era fanático de los vehículos, la playa, y por supuesto, sus raíces venezolanas.
En las imágenes que publicaba en su cuenta de Twitter, Carrillo, trabajador de McDonald’s, se le veía en la playa, junto a sus amigos y familiares, también junto a su pareja quien también murió en la terrible masacre perpetrada por un homofóbico que juró lealtad al Estado Islámico.
SM