Y no vale cualquier cucaracha, tiene que ser la Diploptera punctate, la única que produce una especie de leche con cristales de proteínas para alimentar a sus crías.
Apunta este nombre, Diploptera punctate, o lo que es lo mismo, cucaracha de ciprés o cucaracha escarabajo del Pacífico. Ni el kale ni el baobab, el superalimento del futuro es la leche de cucaracha. ¿Por qué? Porque contiene una proteína que aporta tres veces más de energía que cualquier otra leche. En concreto, se trata de una especie de líquido que contiene unos cristales de proteína y que esta especie segrega para alimentar a sus crías.
Lo más revolucionario es que, según varios estudios, la leche de cucaracha uno de los productos con más sustancias nutritivas que se hayan encontrado nunca: tiene cuatro veces más proteínas que la leche de vaca, contiene aminoácidos esenciales óptimos para el crecimiento celular, lípidos para mantenernos saludables y azúcares muy energéticos.
Pero… ¿cómo producir leche de cucaracha para el consumo humano?
Ponerse a ‘ordeñar’ a estos insectos parece poco viable, así que ya hay varios laboratorios, como el Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa en India, que intentan secuenciar los genes responsables de esos cristales de proteínas. Y parece que con buenos resultados…
¿Una granja de cucarachas? En China crían miles de millones de estos insectos para elaborar desde medicinas hasta leche o pienso. Este es solo uno de los temas que nos ha traído hoy @La2noticias_tve, ya puedes volver a verlo COMPLETO y #AlaCarta ▶https://t.co/dN29yT3xdv pic.twitter.com/lMX7dw9BpD
— RTVE (@rtve) December 17, 2018
Por sus proteínas y ‘grasas buenas’, su ingesta también sería beneficiosa «para el cabello y las uñas», asegura Rachel Nazarian, del Schweiger Dermatology Group. Para la piel, en cambio, podría producir algo de acné y envejecimiento por sus altos niveles de azúcar. Pero, como decimos, todavía se está investigando. Lo que sí tenemos claro es que si las cucarachas son las únicas que sobrevivirían a un holocausto nuclear, será por algo… reseña men’s health