Hay novia, hay novio, hay juez, hay salón, hay invitados vestidos de gala, hay mesa dulce, hay barra libre, hay música. ¿Hay casamiento? No. ¿Y entonces? ¿Una fiesta de casamiento, pero sin matrimonio? Exacto: una “falsa boda”. Se trata de un evento que simula tener todas las características de una boda, pero que no lo es, ya que nadie se casa. Eso sí: la fiesta se mantiene.
La idea, que ya cruzó fronteras, surgió de un grupo de argentinos que, cansados de esperar a que alguno de su grupo contraiga matrimonio, decidieron inventarlo. “¿Y si creamos una falsa boda?”, propuso uno, y todos se prendieron a la idea.
“Al no ser amigos del colegio, ni de un club en común, jamás hubiésemos tenido una fiesta de casamiento juntos. Sólo existía esa posibilidad si alguno de nosotros lo hacía. Entonces decidimos armar la propia, teniendo la libertad de poner y sacar lo que nos gusta de una típica boda, pero sin casarnos”, relata Martín Acerbi, uno de los impulsores.
Con información de: El Clarín