Una noticia de Quevedo, Ecuador, ha dado la vuelta al mundo por tratarse de un acontecimiento bastante insólito; pues una familia suspendió el funeral de un joven de 26 años, ya que el cuerpo «presentaba movimientos musculares», según informan medios locales.
El hombre de nombre Jaime Portilla Párraga murió el pasado fin de semana luego de participar en una carrera de motocicletas clandestina y chocar contra otro conductor, hecho que quedó grabado en un trágico video que se volvió viral.
El día del funeral, la familia se llevó una gran sorpresa al darse cuenta de que el cuerpo del difunto presentaba movimientos extraños, por lo que rápidamente decidieron sacarlo del ataúd, pues creyeron que seguía con vida y lo llevaron de nuevo al hospital, donde, de nuevo, los médicos lo declararon muerto.
“Para Dios no hay imposibles, mi hijo tenía signos vitales y cuando se accidentó, los médicos dijeron que ya estaba sin vida, cuando no fue así, él tenía signos vitales, pero no lo quisieron atender en el hospital”, afirmó el padre del joven a la prensa local.
¿De verdad el muerto iba a resucitar?
Los padres del joven afirmaban que Dios resucitaría a su hijo “como a Lázaro”, por lo que continuaron velando el cuerpo por un par de días más.
Ante esta situación, las autoridades locales intervinieron en esta lamentable situación, por lo que se llevaron el cadáver del joven para realizar los procedimientos correspondientes que confirmaron la muerte del hombre, una vez más.
De acuerdo con los reportes preliminares, es una situación común que algunos fallecidos aún muestren “señales de vida” después de morir, en los que se ven algunos movimientos de extremidades, crecimiento de uñas y cabello, entre otras cosas.
Algo importante aquí fue la forma en que murió el joven, pues la afectación directa al sistema nervioso puede ser la causante de esta situación.