La Explanada de la Basílica repleta de feligreses estalló en aplausos cuando se abrieron las puertas de la Basílica Menor para que la Patrona de Oriente saliera hacia el altar cubierto por cientos de rosas blancas en la celebración de la primera misa en su día festivo.
Los aplausos retumbaron en la Explanada de la Basílica cuando minutos después de la medianoche la Virgen del Valle adornada de fragantes rosas y lirios blancos salió del templo para ser testigo presencial del amor de su pueblo en la misa que marcaba el inicio de su día festivo.
La multitud de emocionadas personas desde niños hasta ancianos se dispuso a escuchar atentos las palabras del sacerdote Irineo Valbuena, quien ofició la ceremonia donde resaltó la importancia de la presencia de la madre de Dios en el seno de los hogares venezolanos. “La Virgen es la mejor palanca ante dios” expresó durante la homilía.
¿Qué vino falta en la familia? Se preguntó al hacer referencia a la lectura de la palabra. “ El vino de la paz, de la fe, de la esperanza, del amor, de la verdad de la unidad, cuando eso faltan la vida se nos avinagra. Necesitamos milagros del vino bueno en el país”.
Las voces de Roki Viscuña, Mayra Rivero, Cristina Marcano, Irma Vásquez y Amanda Soriano, acompañados por Juan Rojas y los hermanos Valderrama interpretaron los cantos al ritmo de galerón, malagueña, sabana blanca y otros géneros tradicionales de la música margariteña.
“Hay un brindis pendiente siempre y que María del Valle interceda para ello”, dijo el padre Valbuena, antes de que los fieles de manera organizada participaran en el acto de la comunión.
Entre vivas y fuegos artificiales la Virgen del Valle se despidió por unas horas mientras se hacían los preparativos para la siguiente misa, no sin antes escuchar el Cumpleaños Feliz y su himno entonado por la feligresía.