Los obreros comenzaban apenas la construcción de un nuevo edificio en el noreste de Brasil cuando se toparon con huesos humanos y fragmentos de objetos de cerámica con los bordes desgastados por el paso del tiempo.
Resultaron ser vestigios de antiguos pueblos que dejaron miles de artefactos en una zona que hoy es la ciudad costera de Sao Luis, unos 9.000 años atrás, un tesoro arqueológico que según científicos podría reescribir la historia de los asentamientos humanos en Brasil.
El arqueólogo principal de la excavación, Wellington Lage, dice que no podía imaginar en lo que se metía cuando el gigante de la construcción brasileña MRV contrató a su empresa en 2019 para realizar un estudio preliminar de impacto en el sitio.
Lage descubrió primero que varios artefactos se habían encontrado en esa zona de Sao Luis, capital del estado de Maranhao, desde la década de 1970, incluida parte de una mandíbula humana.
Pero su equipo pronto encontró mucho más en el terreno de seis hectáreas cubierto de vegetación tropical: una montaña de herramientas de piedra, fragmentos de cerámica, conchas decoradas y huesos.
En cuatro años de excavación, desenterraron 43 esqueletos humanos y más de 100.000 artefactos, según el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil (IPHAN), que anunció el descubrimiento esta semana, calificándolo de «grandioso».
«Hemos estado trabajando cuatro años y apenas estamos en el comienzo», dijo Lage, originario de Sao Paulo, de 70 años.
Los investigadores planean ahora catalogar y analizar las piezas, exhibirlas y publicar sus conclusiones.
Capas de la Historia
Los hallazgos preliminares ya están atrayendo la atención de la comunidad científica.
Lage dice que su equipo, compuesto por 27 personas, incluidos arqueólogos, químicos, un historiador y un cineasta documental, ha encontrado cuatro eras distintas de ocupación en el sitio.
La capa superior fue dejada por el pueblo Tupinambá, que habitaba la región cuando los colonizadores europeos fundaron Sao Luis en 1612.
Luego viene una de objetos típicos de los pueblos de la selva amazónica, seguida de un «sambaqui»: un montículo de cerámica, conchas y huesos utilizados por algunos grupos indígenas para construir sus hogares o enterrar a sus muertos.
A unos dos metros bajo tierra yace otra capa dejada por un grupo que fabricaba cerámica rudimentaria y vivió alrededor de 8.000 a 9.000 años atrás, según la profundidad del hallazgo.
El asentamiento «pre-sambaqui» más antiguo documentado y encontrado hasta ahora en la región databa de hace 6.600 años, dijo Lage.
«Nuestra hipótesis, basada en la posición de los esqueletos y nuestro examen del sedimento… es que nuestro sitio es más antiguo que 6.600 años», explicó a la AFP.
«Eso podría cambiar completamente la historia, no solo de la región, sino de todo Brasil».
Los científicos han debatido durante décadas sobre cuándo y cómo los humanos llegaron a las Américas desde Asia.
Para Lage, el hallazgo podría suponer que llegaron a esta región de lo que es ahora Brasil 1.400 años antes de lo que se pensaba.
‘Un hito’
Los arqueólogos prevén fechar los artefactos de manera más precisa mediante un análisis isotópico.
El hallazgo ya «representa un hito en nuestra comprensión del Brasil prehistórico», indicó el IPHAN en un comunicado.
El arqueólogo Arkley Bandeira, de la Universidad Federal de Maranhao, que construye un laboratorio y museo para albergar los artefactos, con financiamiento de MRV, señaló en un comunicado que el hallazgo podría proporcionar valiosas nuevas ideas sobre la cultura e historia de antiguos pueblos perdidos en el pasado.
«Estos hallazgos (…) desempeñan un papel crucial para narrar nuestra larga historia», afirmó. AFP