El cantautor cubano y fundador de la Nueva Trova, Pablo Milanés, será homenajeado el miércoles en una capilla ardiente abierta al público en la Casa América de Madrid, la ciudad donde murió el martes a los 79 años de edad, suscitando reacciones de pesar dentro y fuera de su país.
«La capilla ardiente tendrá lugar, por deseo de su familia, en el salón Cervantes de la Casa de América este miércoles 23 de noviembre de 10H30 a 15H30 horas» (de 09H30 a 14H30 GMT), anunció esta institución cultural cuya sede se encuentra en el Palacio de Linares, en la céntrica plaza madrileña de Cibeles.
No ha trascendido cuál será el destino final de los restos del autor de «Yolanda», «De que callada manera» o «El breve espacio en que no estás», que vivía en Madrid desde 2017.
Milanés había sido objeto de un trasplante de riñón y sufría una «enfermedad oncohematológica» que le obligó a mudarse a la capital española hace cinco años «para recibir un tratamiento inexistente en su país», precisó un comunicado de su oficina artística cuando fue ingresado en el hospital, hace más de una semana.
Tan pronto como su oficina artística anunció su muerte el martes de madrugada, se sucedieron los homenajes.
Voz de una generación
Pese al alejamiento que mantuvieron desde la década de 1980, su amigo y cofundador de la Nueva Trova, Silvio Rodríguez, subió a su blog la letra de «Pablo», una canción que dedicó a su compañero en 1969 y que empieza así: «Te conocí rasgando el pecho de la muerte un día. Tú no sabías nada y eras tú quien la llevaba de la mano».
El guitarrista cubano Eliades Ochoa habló de una contribución «inigualable» a la música cubana, y estimó que su «legado es eterno».
«Te vamos a extrañar Querido Pablo. Buen viaje», publicó la cantante peruana afincada en México Tania Libertad, describiéndole como «un gran compositor, maravilloso cantante y extraordinario amigo» en un mensaje acompañado de un video en el que canta a dúo con Milanés.
«Me da coraje que te hayas ido pero tanta felicidad que hayas estado. Gracias por tu música», escribió el cantante español Alejandro Sanz.
«Se fue Pablo Milanés. Un hermano. No diré nada. Puro dolor. Puro llanto», compartió Soledad Bravo en Twitter.
En este breve ciclo
En que pasamos
Cada paso se da
Porque se sienta
Y al hacer un recuento
Ya nos vamos
Y la vida pasó
Sin darnos cuenta. pic.twitter.com/JkX9lwsPYp— Soledad Bravo (@soledadbravo531) November 22, 2022
Nacido el 24 de febrero de 1943 en Bayamo, Pablo Milanés abrazó con fuerza la revolución cubana en sus inicios para después tomar distancia y expresar críticas al gobierno de su país, pero nunca rompió la relación que lo unió con su pueblo a través de su música.
Fue uno de los cantantes de cabecera de jóvenes de izquierdas latinoamericanos y españoles de los años 1970, y canciones como «Yo pisaré las calles nuevamente», dedicada a Chile tras el golpe de Estado contra Salvador Allende, se convirtieron en himnos generacionales.
«Desaparece físicamente uno de nuestros más grandes músicos. Voz inseparable de la banda sonora de nuestra generación. Mis condolencias a su viuda e hijos, a #Cuba», reaccionó, en Twitter, el presidente Miguel Díaz-Canel, quien recibió la noticia durante un viaje a Rusia.
El último concierto en La Habana
Sus problemas de salud le obligaron a cancelar este mes sus últimos conciertos en España y en República Dominicana. En junio realizó su última visita a La Habana, luego de tres años de ausencia.
En esa ocasión se reunió con su público cubano en la Ciudad Deportiva de esa capital donde ofreció un emotivo concierto.
Pese a que el evento generó polémica ante la inicial intención oficial de distribuir parte de las entradas a organismos gubernamentales, finalmente la música de Pablito, como lo conocen en su tierra, unió en una voz a unos 10.000 cubanos que asistieron al evento.
«Siempre he dicho que es mi mejor público. El público de las giras que he hecho y que he podido comprobar en la atención y el respeto que me ha brindado, pero ustedes la verdad se pasaron», dijo Milanés ante miles de luces de celulares que se encendieron para recibirlo, en una noche en la que muchos cantaron y algunos lloraron presintiendo una despedida. AFP