Todo el mundo se aacuerda de Pacheco cuando llega el frío.
Con la entrada de diciembre, la temperatura en Caracas comienza a descender paulatinamente, dando paso al frío navideño y a la popular frase que se usa para referencia a ello: «Llegó Pacheco»; pero, ¿sabes de dónde provino esta expresión? Hoy te lo decimos.
Según cuenta la tradición, en la época de la Caracas «de los techos rojos», había un floricultor que vivía en el Ávila, específicamente en la zona de Galipán; quien año tras año, a partir del mes de noviembre, bajaba de la montaña para vender sus hermosas flores. Su nombre, era Antonio Pacheco.
De acuerdo a la historia, al mismo tiempo que el señor Pacheco descendía del monte, el frío de las cumbres bajaba hacia la zona de la ciudad, como si se tratara de una persecución entre ambos: cuando el hombre tomaba el camino de los Españoles y entraba por Puerta de Caracas en La Pastora, las bajas temperaturas lo seguían.
Una vez frente a la Iglesia de La Pastora, el señor solía descansar del viaje y vender algunas de sus plantas, antes de proseguir su rumbo hasta el Mercado de las Flores de San José, donde terminaba de negociar su mercancía. Este recorrido lo repetía tres veces a la semana, desde noviembre hasta finales de enero, cuando volvía a su hogar.
De esta forma, el floricultor, al igual que el frío, se convirtió en una figura asidua de la última temporada del año, por lo que el caraqueño terminó por asociarlos como una dupla irrompible, surgiendo así la expresión del «llegó Pacheco».